La Guardia Civil ha desarticulado una red criminal que operaba a través de un clan familiar dedicado a la estafa de grandes empresas mediante la suscripción de contratos fraudulentos de suministro de luz, agua, gas y telefonía. La operación se ha desarrollado en Madrid y Ciudad Real, culminando con la detención de tres individuos en Ciudad Real y la investigación de otros dos en Madrid, quienes habrían participado en esta actividad delictiva.
La trama se basaba en la realización de contratos a nombre de las empresas afectadas, lo que permitió a los estafadores generar pequeños cargos en las cuentas bancarias de las víctimas que pasaban, en su mayoría, desapercibidos. La actuación de la Guardia Civil se inició a raíz de una denuncia de una conocida cadena de supermercados que detectó 38 transacciones sospechosas. Investigando más a fondo, los agentes confirmaron que los beneficiarios de esos movimientos eran tres personas ajenas a la empresa.
El curso de la investigación reveló que un total de 26 empresas habían sido afectadas por este clan, entre las cuales se encontraban compañías aéreas, multinacionales del sector automovilístico y también equipos de fútbol de primera división. Según los datos recopilados hasta el momento, el grupo delictivo habría estafado, al menos, 52.000 euros.
El grupo criminal estaba compuesto por siete personas, de las cuales cinco estuvieron activamente involucradas en la ejecución de los fraudes. Los detenidos, cuatro hombres y una mujer, tienen edades que oscilan entre los 32 y los 59 años.
Tras identificar las transacciones fraudulentas, la Guardia Civil contactó con las empresas afectadas para informarles acerca de sus derechos y ofrecerles la posibilidad de presentar denuncias formales. Las detenciones realizadas en una localidad de Ciudad Real han puesto un alto a la actividad delictiva del clan, aunque la investigación permanece abierta en busca de más víctimas y potenciales implicados en esta compleja red de estafas.
Este caso resalta la importancia de que las empresas mantengan una vigilancia constante sobre sus cuentas para detectar y prevenir fraudes de este tipo que pueden tener consecuencias económicas significativas.