La Guardia Civil ha realizado un minucioso control de las prácticas cinegéticas en la provincia de Cuenca, lo que ha resultado en la detección de más de 30 infracciones relacionadas con la legislación sanitaria durante los meses de diciembre del año pasado y enero de este año. Este operativo ha sido llevado a cabo por efectivos del Seprona, en colaboración con inspectores de la Delegación Provincial de Sanidad y agentes medioambientales de la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible. La acción no solo ha abarcado la supervisión de las actividades cinegéticas, sino también el control sanitario de productos y subproductos cárnicos que no están destinados al consumo humano.
La Guardia Civil ha destacado que la caza es una actividad profundamente arraigada en Castilla-La Mancha, lo cual ha propiciado un aumento de las actividades zootécnicas relacionadas con las especies cinegéticas. Sin embargo, este incremento también ha conllevado un mayor riesgo de transmisión de enfermedades a la fauna doméstica, así como la posibilidad de la aparición de focos de infección durante la manipulación de subproductos que no se destinan a la alimentación.
En este marco, el Seprona ha implementado una operación con el objetivo principal de prevenir el contagio de enfermedades que podrían afectar tanto a la fauna silvestre como al ganado doméstico y, en consecuencia, a las personas. Como resultado de esta labor de control, se han reportado más de treinta infracciones a la autoridad sanitaria, lo que pone de manifiesto la necesaria vigilancia sobre los estándares de sanidad en el sector cinegético.
vía: Diario de Castilla-La Mancha