La infanta Elena ha presidido en el Auditorio de Puertollano una jornada organizada por Afammer bajo el lema “43 años de avance de las mujeres rurales: compromiso, liderazgo y empoderamiento”. En el evento se reunieron alrededor de ochocientas mujeres para discutir temas clave como el emprendimiento femenino en zonas rurales, los costes de la igualdad de género en la conciliación, y los retos en torno a la titularidad compartida.
La jornada fue inaugurada por destacadas personalidades, entre ellas Carmen Quintanilla, presidenta nacional de Afammer; Miguela Aranzabe, presidenta de Afammer-Puertollano; Miguel Ángel Ruiz, alcalde de Puertollano; y Antonio Garamendi, presidente de la CEOE.
Durante su intervención, el alcalde Ruiz dio la bienvenida a las asistentes, resaltando la importancia de este encuentro para rendir homenaje a las mujeres rurales que, con su esfuerzo diario, mantienen vivas las tradiciones y el desarrollo del campo español. Expresó su orgullo por que Afammer haya elegido Puertollano para celebrar esta jornada, destacando que sus valores de esfuerzo, solidaridad e igualdad son compartidos por la ciudad.
Ruiz también recordó la Conferencia Mundial de la Mujer de Beijing, que cumple este año su trigésimo aniversario, como un hito crucial para reconocer oficialmente el papel de las mujeres rurales. Afirmó que estas mujeres son fundamentales en la lucha contra la despoblación y en la creación de oportunidades y emprendimientos en sus comunidades.
El alcalde subrayó la necesidad de que tanto las instituciones como la sociedad civil unan esfuerzos para mejorar las condiciones de vida en el medio rural. “No podemos permitir que las mujeres rurales sigan pagando el precio de la falta de servicios o infraestructuras. Merecen igualdad de condiciones y la posibilidad de desarrollarse en sus pueblos sin renunciar a sus raíces”, apuntó.
La jornada concluyó con la entrega de diplomas por parte de la infanta Elena a los once participantes del programa “Cuida Rural”, que fue impartido en Cabezarrubias del Puerto con apoyo de la Fundación Mapfre. Este programa tiene como objetivo la transformación y formación para el empleo, y busca mejorar sustancialmente la calidad de vida de las mujeres que habitan en territorios rurales.
La infanta Elena se convirtió así en un símbolo de apoyo al emprendimiento y la igualdad de las mujeres rurales, reafirmando el compromiso por un futuro más justo y con oportunidades para todos.
vía: Diario de Castilla-La Mancha