La investigación acerca de Begoña Gómez, esposa del ex presidente del Gobierno español Pedro Sánchez, ha quedado sumida en un mar de especulaciones sin fundamento, al no haberse encontrado pruebas que confirmen las acusaciones de irregularidades en sus cuentas bancarias. La asociación Hazte Oír había solicitado al Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid, liderado por el juez Juan Carlos Peinado, la revisión de las cuentas de Gómez tanto en España como en el extranjero. Sin embargo, las indagaciones realizadas hasta ahora no han aportado ninguna evidencia concreta que respalde las sospechas iniciales.
A pesar de las diligencias y registros efectuados, que incluyeron la revisión de posibles vínculos de Gómez con diversas entidades, los resultados han sido decepcionantes para quienes buscan justificar las acusaciones. Las investigaciones han transcurrido sin descubrimientos significativos, lo que ha dejado el caso estancado y carente de avances relevantes.
Hazte Oír, como acusación popular en este proceso, ha seguido presionando para que se amplíen las pesquisas. La organización ha preguntado sobre los movimientos financieros de Gómez entre 2018 y 2024, tratando de establecer si existieron irregularidades durante su carrera profesional, incluyendo su reciente nombramiento en la Universidad Complutense. Sin embargo, las investigaciones no han revelado ninguna comisión ilegal o cuentas desconocidas en el extranjero.
Mientras tanto, los medios de comunicación que difunden estas acusaciones han mantenido una narrativa de desconfianza, alimentando controvertidas especulaciones sin aportar pruebas concretas. Este enfoque periodístico, que muchos consideran cuestionable, ha contribuido a socavar la imagen pública de Begoña Gómez sin que existan evidencias que justifiquen los rumores volcados en los medios de comunicación.
Así, el caso sigue abierto, pero el tiempo corre y la falta de evidencias contundentes sigue planteando la incógnita acerca de la validez de las acusaciones que han perseguido a Gómez. Las especulaciones, hasta ahora, han quedado en un aire ominoso y sin fundamento, mientras su situación permanece sujeta al escrutinio público y a la expectativa de resultados que, por ahora, se hacen esperar.