La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, ha manifestado su desacuerdo con las críticas de Ecologistas en Acción respecto al Plan de Biometanización. Durante una rueda de prensa, Gómez afirmó que este plan proporciona «soluciones a problemas existentes» en la Comunidad Autónoma y que tiene el potencial de beneficiar en particular a las explotaciones porcinas de la región.
Estas declaraciones se produjeron en el contexto de la presentación de los acuerdos del Consejo de Gobierno relacionados con su departamento. Ecologistas en Acción había argumentado que el plan favorece a grandes empresas y lobbies energéticos, sin tener en cuenta las necesidades reales del entorno.
Gómez destacó que la crítica de Ecologistas en Acción se centra «exclusivamente en un tema», haciendo referencia a las explotaciones porcinas de alta capacidad. Sin embargo, explicó que en la dieta requerida para los digestores de las plantas de biometano, los purines son solo una «menor de las materias orgánicas» que estas instalaciones utilizan.
El Plan de Biometanización tiene como finalidad gestionar aproximadamente 15,7 millones de toneladas de materia orgánica, que incluye no solo purines y estiércoles de diversas explotaciones ganaderas, sino también residuos de alpechines, lodos de depuradora y residuos sólidos urbanos y vinícolas. La consejera subrayó que la iniciativa no solo pretende eliminar estos residuos, sino también «valorizar» y convertirlos en productos esenciales como biometano y digestato. El biometano se presenta como una alternativa al gas gris, actualmente utilizado por las empresas, mientras que el digestato podría ser un abono de alta calidad para mejorar la calidad del suelo en Castilla-La Mancha, una región que adolece de deficiencias en materia orgánica.
Gómez agregó que la utilización de este abono orgánico favorecería los cultivos en la región, contribuyendo a reducir la dependencia de abonos inorgánicos. Reconoció, además, que podría coincidir en ciertos puntos con la perspectiva de Ecologistas en Acción, en el sentido de que tanto las grandes como las pequeñas explotaciones ganaderas tienen la posibilidad de instalar plantas de biometano que se adapten a su capacidad de producción de purines.
vía: Diario de Castilla-La Mancha