La Policía Nacional ha anunciado la realización de una inspección en el paraje de Carranque, ubicado en Toledo, con la colaboración del Grupo Operativo de Inspecciones Técnicas (GOIT) y guías caninos. Esta labor se lleva a cabo tras la aparición de nuevos datos sobre la posible ubicación de los restos mortales de Heidy Paz, la joven que fue asesinada en agosto de 2018 por César Román. Fuentes policiales han señalado a Europa Press que la inspección se llevará a cabo de oficio, una vez mejoren las condiciones meteorológicas, con el objetivo de descartar la información incluida en una carta enviada por Román.
El pasado día, la Audiencia Provincial de Madrid instó a la defensa de César Román a proporcionar a la policía la información reciente acerca del paradero de su víctima. En un fallo accesible para Europa Press, los magistrados recalcaron que no eran competentes para ejecutar la sentencia que condenó a Román y requirieron a su defensa que transmitiera los nuevos datos a las autoridades pertinentes.
En un escrito, Román ha sostenido que no fue él quien desmembró a Heidy, sino un tío suyo, quien ejercía como médico forense y que ya ha fallecido, y que consultó al encontrar el cadáver de la joven en una de sus propiedades en Usera. A lo largo de los años, Román ha admitido que fue culpable en el asesinato de Heidy, cuya parte superior fue hallada en una maleta en uno de sus locales. Según su relato, la muerte de Heidy se derivó de una discusión por problemas económicos, donde, a su decir, un tiro accidental provocó la fatalidad.
Añadió que él y su tío tomaron la errónea decisión de ocultar el crimen, enterrando el cuerpo en Carranque, un lugar que ambos conocían desde su infancia. Describió el área como cercana al parque arqueológico y proporcionó detalles para facilitar su búsqueda.
A finales de 2022, el Tribunal Supremo confirmó la condena de 15 años de prisión por homicidio impuesta a Román, ratificando que el torso hallado en su local pertenecía a Heidy. La justicia dictaminó que el asesinato ocurrió en su piso en Vallecas en la madrugada del 5 de agosto de 2018. Anteriormente, Román había sostenido que el crimen estaba vinculado a una supuesta mafia policial y las actividades de su expareja, afirmaciones que ahora parecen ser contradichas por sus nuevas declaraciones.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
