El presidente de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha, Pablo Burillo, ha compartido sus reflexiones sobre la última temporada y las ambiciones que tiene para el próximo curso. En un año marcado por el éxito, con varios ascensos a ligas nacionales, Burillo ha puesto un énfasis particular en el impulso del deporte base, elemento que considera fundamental para el futuro de los equipos de la región.
Durante el mes de julio, aunque disfruta de un tiempo de respiro, su compromiso con el fútbol se mantiene activo. Está inmerso en la planificación y evaluación de la temporada anterior, así como en el diseño de una nueva que permita a los clubes afrontar los retos venideros. Burillo pone de manifiesto la evolución en la profesionalización de estos, resaltando el esfuerzo de la federación por ofrecer un escenario de apoyo y crecimiento.
Entre las iniciativas más destacadas está la creación de la Liga Regional Cadete-Infantil femenina, un paso pionero que busca beneficiar a las jóvenes deportistas de Castilla-La Mancha y ofrecerles oportunidades de competición en un entorno de calidad. Además, la federación ha incrementado el número de equipos en ligas juveniles, evidenciando su compromiso con el deporte en sus etapas formativas.
Con la mirada firme en el futuro, Burillo desea que la nueva temporada sea positiva para todos los involucrados. Subraya la importancia de erradicar la violencia en el deporte, un aspecto esencial para disfrutar plenamente del fútbol. Asimismo, valora los logros de los árbitros de la región, quienes han conseguido ascensos significativos y están llevando la representación de Castilla-La Mancha a nuevas competiciones.
El presidente se muestra optimista, esperando que el deporte local experimente más ascensos que descensos, contribuyendo así a crear un ambiente en el que tanto jugadores como aficionados puedan disfrutar del fútbol en su máxima expresión.