La Comisión Europea, liderada por Ursula von der Leyen, está evaluando nuevas estrategias para abordar la problemática de la migración irregular hacia la Unión Europea. A partir de diciembre, la próxima Comisión asumirá el reto de implementar medidas más eficaces, entre las que se contempla la posibilidad de crear centros de detención de migrantes en países terceros. Esta opción, solicitada por varios Estados miembros, incluido Alemania, podría ofrecer una solución a las crecientes llegadas irregulares al bloque comunitario.
En una carta dirigida a los líderes europeos, von der Leyen subraya la necesidad de actuar de forma conjunta, destacando que la colaboración entre los países ha demostrado ser efectiva para reducir la migración irregular. A pesar de los avances, el Pacto de Migración y Asilo, diseñado para establecer un marco normativo claro en materia migratoria, no verá su entrada en vigor hasta 2026. Ante esta situación, Bruselas busca «soluciones innovadoras» para gestionar la migración de manera más ágil.
La presidenta de la Comisión también ha hecho referencia al «modelo Meloni», el cual propone la creación de un centro de detención en Albania. Esta iniciativa italiana pretende servir de ejemplo y podría ser replicada en otras naciones de la UE para mitigar la presión migratoria. Al mismo tiempo, la Comisión reconoce la urgencia de mejorar las alianzas con terceros países, ya que actualmente solo el 20% de los migrantes no autorizados en la UE son devueltos a sus países de origen, cifra que von der Leyen considera alarmantemente baja.
Con un enfoque más estricto respecto a la migración, este giro de la política migratoria de la UE se ve reflejado también en la reciente nominación de Magnus Brunner, conservador austriaco, como nuevo comisario de Migración. La intención de la Comisión es crear un sistema más eficaz que permita gestionar las devoluciones de manera rápida y fortalecer las fronteras exteriores de la Unión.
Mientras estas medidas son discutidas, la propuesta de instaurar centros de detención en terceros países ha suscitado un debate intenso en el ámbito europeo, donde se busca equilibrar las preocupaciones de seguridad con el respeto a los derechos humanos de los migrantes. La evolución de esta política migratoria será un tema central en los próximos meses, a medida que la Comisión Europa se prepare para ejecutar estos nuevos planes.