En un avance significativo para la salud pública de África Occidental, los ministros de Sanidad de la región han sellado un importante compromiso en su lucha contra la fiebre de Lassa. Durante una reunión en Abiyán, coordinada por la Organización de la Salud de África Occidental (WAHO), los líderes empresariales han decidido acelerar el desarrollo y la preparación de vacunas para combatir esta enfermedad, la cual, aunque aún no cuenta con una solución vacunacional aprobada, afecta gravemente a millones de personas.
La fiebre de Lassa, endémica en varios países de África Occidental, representa una amenaza persistente. Se estima que cada año infecta a cientos de miles de individuos, generando desde síntomas leves hasta hemorragias graves, y en algunos casos, la pérdida de audición para aquellos que logran sobrevivir. El impacto de esta enfermedad es alarmante, con cerca de 4,000 muertes anuales y pérdidas económicas que superan los 110 millones de dólares, además del daño social que provoca en las comunidades afectadas.
El panorama se complica al considerar que, debido al cambio climático y al crecimiento demográfico, se prevé que para 2050 hasta 600 millones de personas en la región podrían estar en riesgo de contraer la fiebre de Lassa. Ante este escenario, los ministros han unido esfuerzos e intensificado su compromiso con el desarrollo de una vacuna efectiva. Actualmente, hay un candidato prometedor en fase clínica avanzada que ofrece esperanza.
Este compromiso cuenta con el apoyo de organizaciones internacionales como CEPI e IAVI, las cuales están evaluando y financiando la vacuna candidata rVSVΔG-LASV-GPC, que se basa en una tecnología innovadora con licencia de Canadá. Las pruebas clínicas en Ghana, Liberia y Nigeria han marcado un avance significativo en la investigación destinada a encontrar una solución preventiva para esta enfermedad.
Los líderes regionales no solo planean fortalecer las capacidades de investigación y los laboratorios, sino también mejorar los sistemas regulatorios y facilitar la movilización de recursos. La meta es crear un enfoque que no solo sea efectivo contra la fiebre de Lassa, sino que también funcione como un modelo de colaboración para enfrentar otras amenazas epidémicas y pandémicas.
Esta declaración conjunta se complementará con la próxima segunda Conferencia Internacional sobre la Fiebre de Lassa, programada del 8 al 11 de septiembre de 2025. Este evento reunirá a científicos, responsables políticos y miembros de organizaciones civiles bajo el lema “Más allá de las fronteras: reforzar la cooperación regional para combatir la fiebre de Lassa y las enfermedades infecciosas emergentes”. Durante esta conferencia, se discutirán avances, se fortalecerán alianzas y se trazará la hoja de ruta hacia un futuro donde la fiebre de Lassa deje de ser una amenaza constante.
La lucha contra la fiebre de Lassa va más allá de la ciencia y los recursos; es también una cuestión de compromiso humano y de liderazgo. La unidad de los países de África Occidental en esta causa envía un mensaje claro: la salud de sus poblaciones y la seguridad sanitaria de la región dependen de su determinación colectiva. La posibilidad de erradicar esta enfermedad parece más cercana que nunca, ofreciendo esperanzas a millones de personas que actualmente enfrentan la incertidumbre y el sufrimiento que causa esta epidemia.
