Los ánimos están caldeados en Son Moix tras la última derrota del Mallorca frente al Espanyol, lo que ha agudizado la crisis del equipo, actualmente ubicado en el fondo de la tabla. La frustración es palpable tanto en las gradas como en el vestuario. Los jugadores muestran su descontento hacia el entrenador Jagoba Arrasate, especialmente luego de la polémica sanción de Dani Rodríguez, quien perdió la capitanía y no jugará mientras Arrasate continúe al mando. Mientras tanto, la situación del equipo se complica, ya que solo ha logrado cuatro victorias en todo el 2025.
A pesar de que Arrasate admitió errores tras el traspié en Cornellá, su relación con los jugadores se deteriora a diario. Los bermellones comparten el último puesto con Girona y Levante, lo que ha generado especulaciones sobre un cambio de entrenador inminente y una posible intervención de los referentes en la elección del nuevo coach.
La tensión en el vestuario se intensificó con el caso de Dani Rodríguez, cuya sanción ha fracturado la unidad del equipo. Aunque Sergio Derder fue elegido como cuarto capitán, la decisión del entrenador de seleccionar al quinto no fue bien recibida. Este conflicto no es aislado; Arrasate ha tenido roces previos con otros jugadores, como Pablo Maffeo, quien fue expulsado de un entrenamiento, lo que refleja un patrón de problemas entre el DT y sus dirigidos.
Los números del Mallorca en esta temporada son alarmantes. Con solo cuatro victorias en 25 partidos, incluyendo triunfos ajustados y solo una clara frente a la Real Sociedad, el equipo acaba de acumular tres derrotas y un empate en el actual torneo. Esta racha negativa comenzó tras una humillante goleada en la Copa del Rey y plantea un panorama preocupante. La falta de resultados pone presión sobre la directiva, que se enfrenta a la necesidad de un cambio en la dirección técnica antes de que sea demasiado tarde.
