En un encuentro marcado por la desilusión, el Manzanares sufrió una contundente derrota en su propio estadio ante el Marchamalo, que buscaba con urgencia alejarse de la zona de descenso. Desde el inicio del partido, el conjunto visitante mostró una ambición notable, abriendo el marcador apenas en el primer minuto con un gol de Molina, quien poco después ampliaría la ventaja anotando nuevamente. Esta rápida acumulación de goles dejó al Manzanares, ya descendido, en una situación complicada desde muy temprano, lo que provocó la frustración de los aficionados que esperaban un mejor rendimiento de su equipo.
A pesar de los esfuerzos del Manzanares por recuperarse, creando algunas oportunidades para reducir distancias, el Marchamalo, firme en su planteamiento, continuó dominando el encuentro. Así, la primera mitad culminó con un tercer gol de Braun, lo que aumentó aún más el peso de la adversidad. Además, la lesión de Juárez antes del descanso fue un nuevo golpe para el equipo local, que ya se encontraba desbordado y sin claro rumbo en el juego.
La segunda parte trajo consigo más dificultades para el Manzanares, que vio cómo Aroca era expulsado, dejándolos con diez jugadores. La inferioridad numérica resultó ser un factor decisivo, pues el Marchamalo no dudó en aprovechar la oportunidad para continuar aumentando su ventaja. Roberto se convirtió en el protagonista de la parte final del encuentro al marcar dos goles más, cerrando el marcador en un contundente 0-5.
Este resultado no solo evidenció la diferencia de objetivos entre ambos equipos, sino que también dejó una profunda decepción en la afición del Manzanares, que presenció cómo su equipo no lograba encontrar soluciones en un partido que estuvo dominado prácticamente en su totalidad por el Marchamalo. Con esta victoria, el equipo visitante consolida su lucha por la permanencia, mientras que el Manzanares deberá reflexionar acerca de su futuro en la competición.