María de Borbón y Rojas, prima del rey emérito Juan Carlos I, ha tomado la decisión de prohibir el tránsito por su finca en Requena, lo que ha generado una gran controversia en el contexto de la reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que ha dejado a numerosos vecinos incomunicados. La empresa familiar Borcier S.A., propietaria de la finca Casa Vieja, ha emitido una carta en la que expresa su rechazo a que los vecinos afectados atraviesen su propiedad, alegando que estos están “empecinados” en hacerlo sin su consentimiento.
La carta, fechada el 7 de noviembre, subraya que Borcier S.A., fundada en 1990 y con activos valorados en casi 4 millones de euros, insiste en que los habitantes de la aldea del Reatillo deben utilizar caminos públicos en lugar de cruzar sus terrenos privados. La empresa también advierte que el estado del terreno es peligroso y presenta condiciones inestables tras las intensas lluvias que han azotado la región en los últimos días.
La situación ha generado un desencuentro entre los residentes y la administración de la finca, quienes han decidido no evacuar a pesar de las recomendaciones de la Guardia Civil. A lo largo de estos días, los vecinos han estado utilizando caminos no autorizados, incluso transitando con vehículos y mascotas sueltas, lo que Borcier S.A. considera una amenaza a la seguridad y al mantenimiento de sus tierras.
La finca Casa Vieja, que abarca más de 2.000 hectáreas de terrenos de secano, pinares y montes, no solo es un coto de caza, sino que también posee una rica historia como campamento de resistencia en la posguerra española. Estas circunstancias han culminado en un debate sobre la accesibilidad en situaciones de emergencia, destacando las tensiones entre el derecho a la propiedad privada y las necesidades de las comunidades.
El caso ha puesto en evidencias las complejidades que surgen en situaciones de desastres naturales, a medida que los vecinos buscan alternativas de acceso en un contexto donde las vidas y la seguridad están en juego. La decisión de Borcier S.A. de prohibir el acceso a su finca, sabiendo que los residentes optaron por no ser evacuados, ha encendido los ánimos y refleja la difícil situación que enfrentan aquellos que intentan regresar a sus hogares y retomar sus vidas después de la tormenta.
