Toledo ha sido el escenario de un relevante curso de reciclaje que se ha llevado a cabo en la Escuela de Protección Ciudadana de Castilla-La Mancha. Este programa formativo, dirigido a integrantes de grupos de emergencia con conocimientos previos en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y el uso del desfibrilador automático (DEA), ha tenido lugar el 22 de noviembre de 2025 y ha contado con la asistencia de 21 profesionales de diversas instituciones.
Entre los asistentes se encontraban miembros de la Policía Local, Bomberos, agrupaciones de voluntarios de Protección Civil y técnicos del Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias 1-1-2 de Castilla-La Mancha. La apertura de la formación fue presidida por el director general de Protección Ciudadana, Emilio Puig.
El principal objetivo de este curso era recordar y ejercitar los conocimientos esenciales sobre la RCP y el uso del DEA en situaciones críticas, como el infarto. Los participantes se adentraron en temas como el reconocimiento de la parada cardiorrespiratoria y se entrenaron en el manejo de la situación tanto con un solo interviniente como en escenarios con dos, donde se desarrollaron roles claros de líder y acompañante.
La parte práctica del curso incluyó ejercicios sobre la vía aérea y el manejo del DEA, así como su utilización en situaciones de emergencia. Este enfoque práctico es fundamental para asegurar que los integrantes de los grupos de emergencia estén preparados para realizar una intervención efectiva y segura en caso de que se requiera.
La formación reunió a policías locales de localidades como Almagro, Miguelturra, Puertollano y Tomelloso, todos de la provincia de Ciudad Real, además de efectivos de Alcalá de Henares y Madridejos en Toledo. También participaron bomberos de los Consorcios provinciales de Extinción de Incendios de las Diputaciones de Albacete, Cuenca y Toledo, así como del parque municipal de Toledo. Los voluntarios de Protección Civil provinieron de diferentes localidades, incluyendo Alcázar de San Juan, Huete y Alovera, entre otras.
Este curso es parte de una serie de cuatro ediciones que se realizan a lo largo del año con el fin de que un gran número de miembros de los grupos de emergencia puedan realizar intervenciones sanitarias iniciales con la máxima garantía para los pacientes. Así, la formación en reanimación cardiopulmonar se convierte en un pilar clave para la seguridad ciudadana en la región.
vía: Diario de Castilla-La Mancha

