Las recientes lluvias han devuelto el caudal al río Cigüela en su paso por Herencia, Ciudad Real, un hecho que ha emocionado a los habitantes de la zona. Este río, uno de los enclaves más emblemáticos de la Mancha Húmeda, no solo representa un recurso hídrico, sino que también es un símbolo de identidad, infancia y riqueza natural para la comunidad.
Alfonso, un vecino aficionado a la meteorología, compartió en redes sociales sus emociones al contemplar el río: “Este es mi río preferido, el río Cigüela. Me fui andando hasta él para verlo. Está precioso. Cuando era pequeño iba a coger cangrejos allí… y seguiré yendo a verlo”. Su reflexión pone de relieve el profundo vínculo que muchos tienen con este cauce, donde la memoria y la naturaleza se entrelazan.
El Cigüela tiene su origen en la Sierra de Altomira, en Cuenca, y recorre más de 200 kilómetros a través de varias provincias, siendo vital para el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Este río, parte de la cuenca del Guadiana, se ha convertido en una pieza clave para la conservación del ecosistema local, especialmente durante periodos de sequía.
La belleza del Cigüela es evidente en lugares como La Pedriza y el Puente Alto, donde los lugareños suelen acercarse para disfrutar de su esplendor en épocas de lluvias. La renovación de su caudal, aunque temporal, es un acontecimiento que activa la memoria colectiva y genera un fuerte impacto visual en quienes lo viven.
Además de su valor estético, la recuperación del Cigüela trae consigo un alivio para la biodiversidad local. El aumento del caudal favorece el regreso de aves migratorias y mejora la conectividad de los humedales de la zona, contribuyendo a un equilibrio hidrológico en una región marcada por la escasez de agua.
El río no solo pone de manifiesto la importancia de la conservación del medio ambiente, sino que también se erige como un recurso educativo y turístico que las instituciones locales buscan potenciar. Su protección está integrada en el Plan Hidrológico del Guadiana, que reconoce su función crucial para prevenir la degradación ambiental.
El Cigüela es un espacio que trasciende lo geográfico; se trata de un símbolo que conecta a las generaciones a través del tiempo. Su resurgimiento tras las lluvias invita a la comunidad a recordar y reconectar con la esencia de su paisaje y el respeto por el entorno natural.
En una era de sequías y desafíos climáticos, ver fluir nuevamente al Cigüela por las tierras de Herencia es una imagen esperanzadora que resalta la necesidad de preservar nuestros ríos y valorar su identidad.