Las nieblas engelantes son un fenómeno meteorológico que puede tener graves consecuencias para la seguridad pública. Se caracterizan por la formación de diminutas gotas de agua en suspensión que, al tocar superficies con temperaturas bajo cero, se congelan instantáneamente, creando una capa de hielo casi invisible conocida como hielo negro. Este hielo puede ser extremadamente resbaladizo y presentar un riesgo importante en carreteras, aceras, vehículos y diversas estructuras.
Las condiciones necesarias para la formación de nieblas engelantes incluyen temperaturas cercanas a 0 °C o inferiores, lo que permite que el agua permanezca en estado líquido a pesar de las bajas temperaturas—a esto se le conoce como sobreenfriamiento. Además, es crucial contar con alta humedad relativa para que se genere la niebla, así como la ausencia de viento, lo que permite que las gotas de agua se congelen sobre las superficies expuestas. Este fenómeno es más frecuente en zonas montañosas, valles y áreas cercanas a cuerpos de agua durante la temporada invernal.
Los riesgos asociados a las nieblas engelantes son diversos. En las carreteras y autopistas, el hielo negro puede reducir la fricción entre los neumáticos y el asfalto, aumentando considerablemente el riesgo de accidentes de tráfico. En términos de infraestructuras, la acumulación de hielo en cables eléctricos, antenas y puentes puede provocar daños estructurales o interrupciones en el suministro eléctrico. Para los peatones, las aceras y senderos se transforman en superficies peligrosas, lo que incrementa las probabilidades de caídas y lesiones.
Para ayudar a mitigar estos riesgos, es importante seguir algunas recomendaciones. En primer lugar, se aconseja evitar desplazamientos innecesarios durante la previsión de nieblas engelantes, lo que incluye limitar el uso de vehículos y transitar con precaución. Equipar el vehículo de manera adecuada, utilizando neumáticos de invierno y disminuyendo la velocidad en carretera, también es fundamental. Mantenerse informado mediante la consulta de previsiones meteorológicas y alertas emitidas por las autoridades locales resulta vital. Además, se recomienda preparar las superficies aplicando sal o arena en entradas, aceras y carreteras para ayudar a minimizar la formación de hielo. Por último, vestirse con calzado antideslizante puede ser de gran utilidad para prevenir caídas al caminar por áreas afectadas.
Las nieblas engelantes, aunque fascinantes, suponen un desafío significativo para la seguridad vial y peatonal. Sin embargo, con las medidas preventivas adecuadas, es posible reducir sus efectos adversos y garantizar la seguridad de la comunidad ante este fenómeno climático inusual.
