El 18 de septiembre, el Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad una modificación legislativa significativa que afectará a varios presos de ETA. Esta modificación a la ley orgánica 7/2014, que regula el intercambio de información sobre antecedentes penales y las resoluciones penales en la Unión Europea, facilita la reducción de condenas para cerca de una treintena de miembros del grupo terrorista actualmente encarcelados en España y aquellos que aún cumplen sus penas en Francia.
Como consecuencia de este cambio, alrededor de diez individuos serán excarcelados de inmediato, reavivando el debate sobre las políticas de reinserción y el legado de las víctimas del conflicto vasco. Entre los beneficiados se encuentran figuras prominentes de la banda, como Xabier García Gaztelu, conocido como «Txapote», y su pareja Irantzu Gallastegi Sodupe, apodada «Amaia». Txapote, condenado por crímenes de gran impacto, incluidos los asesinatos de Miguel Ángel Blanco y Fernando Múgica, verá su condena reducida, permitiéndole salir de prisión en 2025 en lugar de 2031.
La normativa revisada no solo contempla una reducción del tiempo que los convictos pasarán en prisión, sino que también acelerará el acceso a beneficios penitenciarios, tales como el tercer grado y la libertad condicional. Esta decisión ha generado opiniones encontradas; mientras algunos la consideran un avance hacia la reconciliación de una etapa sombría en la historia reciente de España, otros la ven como un desaire hacia la memoria de las víctimas.
El Senado tiene programada la votación final para mañana a las 10:00 horas, un último paso que enfrenta esta reforma. De ser aprobada, no solo influirá en el futuro de los mencionados presos, sino que también podría conllevar un cambio en la política penitenciaria en relación con los delitos de terrorismo a nivel europeo.
La discusión sobre esta ley ha puesto de nuevo sobre la mesa la compleja tarea de gestionar las secuelas de años de violencia terrorista, buscando un equilibrio entre justicia, reinserción y el respeto a la memoria de las numerosas víctimas. La sombra de estos actos continúa siendo un elemento crucial en el entramado de la política y la sociedad españolas, especialmente en un contexto donde los avances hacia la paz y la reconciliación son a menudo cautelosos y controvertidos.