En un momento crítico para la salud mental en España, donde la ansiedad, el insomnio y el estrés sostenido han visto un aumento alarmante de más del 30 % en las consultas relacionadas con estos trastornos en los últimos años, la innovación y la ciencia emergen como fuentes de esperanza. La pandemia y continuamente incierta realidad social han dejado una profunda marca en muchas personas, incrementando la necesidad de soluciones efectivas y personalizadas.
En este contexto, la neurociencia aplicada se establece como una alternativa complementaria basada en datos para abordar problemas de salud mental. A diferencia de las intervenciones tradicionales, que suelen omitir la medición cerebral antes de iniciar tratamientos, el QEEG Neurofeedback se presenta como una técnica capaz de visualizar patrones cerebrales desregulados y entrenarlos a través de neurofeedback clínico. Esta metodología no solo brinda una perspectiva objetiva y adaptada a cada individuo, sino que también permite la intervención basada en pruebas concretas, alejándose de la intuición y los modelos genéricos.
Neuroscenter, líder en la implementación del QEEG Neurofeedback en España, está a punto de festejar una década de avances en la integración de neurociencia y salud mental, bajo la dirección de Sydney Pinoy Peyronnet. El centro enfatiza que «no se puede tratar lo que no se ve». El Electroencefalograma Cuantitativo (QEEG) visibiliza áreas del cerebro con hiper o hipoactividades, comúnmente asociadas a trastornos como ansiedad, TDAH, traumas, depresión o insomnio. Con estos datos, los expertos pueden crear protocolos específicamente diseñados para que el cerebro aprenda a autorregularse, aprovechando la plasticidad neuronal natural.
El impacto positivo de esta técnica se refleja en testimonios como el de una mujer de 42 años residente en Barcelona, que logró regular su sueño y recuperar su bienestar tras semanas de entrenamiento. Su experiencia resalta cómo el neurofeedback puede ofrecer una alternativa no invasiva y personalizada, respaldada por resultados medibles.
La creciente demanda de soluciones innovadoras se ha agudizado después de la pandemia, con muchas personas buscando enfoques más allá de los tratamientos generalistas. La tendencia sugiere que la salud mental debe integrar herramientas de medición rigurosas, similares a las utilizadas en otras áreas de la medicina, para dirigirse hacia tratamientos más eficaces y sostenibles.
Desde Neuroscenter destacan que el futuro de la salud mental en España depende de la adopción de estas tecnologías, que no solo profundizan en la comprensión de los trastornos cerebrales, sino que también facilitan intervenciones más precisas. La apuesta por la neurociencia aplicada señala un avance hacia una medicina más personalizada y una recuperación duradera, con resultados verificables. En consecuencia, se abre una nueva era en la que cuidar la mente implica observar el cerebro con el mismo rigor que se aplica en cardiología o endocrinología.
