El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha mostrado este viernes su disposición para incluir el tema del agua en la agenda de la próxima Conferencia de Presidentes, en respuesta a las solicitudes formuladas por los gobiernos de Murcia y Valencia. Durante una rueda de prensa tras su encuentro con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Moncloa, García-Page destacó que su región no desea que las comunidades de Murcia y Valencia carezcan de suministro hídrico, aunque subrayó que la desalación se presenta como una solución viable en el contexto actual.
El mandatario regional enfatizó la posibilidad de emplear técnicas de energía renovable para hacer que los costos de la desalación sean más accesibles, señalando que el Estado ya está introduciendo bonificaciones en esta línea. Asimismo, García-Page anticipó que en un futuro Castilla-La Mancha podría requerir agua del mar, y propuso que, si la región contara con acceso al mar, podría instalarse una planta desalinizadora antes de considerar la utilización de la costa para fines turísticos.
García-Page también abordó las críticas recibidas desde Murcia y Valencia en relación a las sentencias del Tribunal Supremo que respaldan la postura de Castilla-La Mancha y las nuevas directivas europeas, destacando la urgencia de establecer nuevas reglas de explotación. «Estamos en tiempo de descuento», advirtió, señalando que la redacción de las nuevas directrices para el trasvase Tajo-Segura ha sido retrasada durante meses.
En cuanto a la gestión del agua, el presidente abogó por maximizar el uso de la capacidad de desalación ya instalada antes de solicitar agua natural, advirtiendo sobre los problemas de sobreexplotación de acuíferos en el Alto Guadiana y la necesidad de una regulación similar a la que se aplica en Doñana.
En el ámbito energético, García-Page solicitó apoyo a Sánchez para la ampliación de la red eléctrica del país, advirtiendo que si no se actúa, el sistema podría convertirse en un cuello de botella. Consideró fundamental reflexionar sobre la legislación actual y realizar inversiones significativas que permitan a las áreas menos industrializadas atraer negocios.
Asimismo, el presidente enfatizó la importancia de desarrollar la alta velocidad hacia Talavera, Extremadura y Lisboa, indicando que estas infraestructuras son esenciales para equilibrar el desarrollo entre el este y el oeste de España. También abogó por la liberalización de las autopistas radiales de peaje, a las que considera financieramente insostenibles y un factor que contribuye al colapso de otras vías en la Comunidad de Madrid.
A pesar de que no se pudieron tratar todos los 194 asuntos que tenía previstos en su agenda durante el encuentro con Sánchez, García-Page expresó su optimismo respecto al trabajo conjunto que se debe realizar y confía en que se logren avances significativos en los temas prioritarios en los próximos meses.
vía: Diario de Castilla-La Mancha