El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado su firme desaprobación tras la reciente comparecencia en el Congreso de los Diputados de Mohamed Houli Chemlal, uno de los condenados por los atentados terroristas en Barcelona y Cambrils en agosto de 2017. Durante su intervención este sábado en Logroño, García-Page describió este evento como un acto de «ceder a los caprichos de Puigdemont», en referencia al líder de Junts, Carles Puigdemont.
El mandatario regional expresó que la situación es «bastante humillante», mostrando su cansancio y tristeza ante lo que considera un «espectáculo lamentable», en el que un sistema democrático como el español queda sometido a las exigencias de un delincuente. García-Page subrayó que Puigdemont actúa movido por «el odio a los españoles» y a aquellos que no comparten su ideología.
Asimismo, el presidente criticó la posibilidad de que «un terrorista condenado pueda venir a reírse a la cara de los diputados», subrayando que esto no solo supone un ataque a quienes ocupan esos escaños, sino también a la propia institución que representan. En relación a la comparecencia de Chemlal, García-Page mencionó las acusaciones que el condenado hizo contra el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre la falta de control del imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, en la creación de la célula que llevó a cabo el atentado.
García-Page también calificó las acciones de Junts como «paranormales» en el contexto de la solicitud de la comparecencia de Chemlal. Con un tono irónico, el presidente insinuó que, dada la complejidad del asunto, no está «preparado», indicando que su formación en Derecho no le dota de las herramientas necesarias para entender las maniobras políticas en juego. Finalmente, amplió su crítica al señalar que el problema no radica únicamente en Junts, sino también en aquellos que responden a sus demandas, afirmando que «el problema no está en Cataluña, está en Madrid».
vía: Diario de Castilla-La Mancha