El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha sido el protagonista de un acto celebrado en Toledo en el que se conmemoraron los 40 años de España en la Unión Europea. Acompañado del expresidente del Gobierno, Felipe González, y del exprimer ministro de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, García-Page se autodefinió como un «europeo convencido» y aseguró que la decisión de unirse a la UE fue un acierto histórico.
Durante su intervención en el Palacio de Fuensalida, García-Page recordó que Europa representó, en su juventud, «la respuesta que esperábamos» ante los desafíos de aquel momento. El presidente regional subrayó que la pertenencia a la Unión sigue siendo de gran relevancia, considerándola «probablemente el mayor acierto histórico tras la Constitución de 1978».
El mandatario planteó una pregunta retórica sobre qué pasaría si hoy en día se tuviera que decidir nuevamente la entrada en la UE, sugiriendo que dicha pregunta carece de respuesta por el radical cambio que ha experimentado España. En este sentido, propuso reflexionar sobre las posibles consecuencias de no estar en la Unión, en el contexto de disturbios independentistas en Cataluña.
Además, García-Page conectó estos acontecimientos con la historia de los atentados de ETA, señalando que incluso en esos momentos difíciles, la entrada en la UE había sido beneficiosa para la democracia y la cohesión nacional. Afirmó que «la unidad hace la fuerza», haciendo referencia a los objetivos separatistas.
En el cierre de su discurso, el presidente reiteró que la pertenencia a Europa ha fortalecido la identidad de España como nación. «Somos europeos a fuerza de ser españoles», afirmó, dirigiéndose a quienes cuestionan la identidad nacional y reafirmando que se ha tomado el «camino correcto». Con ello, García-Page enfatizó la importancia de continuar avanzando en este camino, afirmando que la gran mayoría de los ciudadanos se ven a sí mismos como europeos convencidos.
vía: Diario de Castilla-La Mancha