El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su consternación y tristeza tras un reciente y terrible suceso que se cobró la vida de una mujer y sus dos hijos en la región. Esta tragedia, un crimen de índole machista, ocurrió a manos de la pareja de la mujer y padre de los niños.
Durante un acto público en Cuenca, García-Page ha aprovechado para condenar fuertemente las posturas que, según él, proporcionan respaldo ideológico a los perpetradores de actos de violencia de género. Ha criticado específicamente a aquellos que niegan la existencia de este tipo de violencia, una referencia que, aunque no explícita, apunta hacia las recientes manifestaciones del diputado regional de Vox, Iván Sánchez.
Sánchez había descrito el crimen como «atroz», pero rechazó encuadrarlo dentro de la violencia de género, calificando el término como parte de un «circo». En contraposición, el presidente de Castilla-La Mancha ha enfatizado la importancia de la condena social unánime frente a tales actos y ha lamentado que todavía existan políticos que, bajo la idea de defender un conjunto de principios, terminan por «generar odio» y respaldar, aun cuando sea indirectamente, a los agresores.
García-Page ha insistido en la necesidad de un compromiso conjunto para erradicar la violencia de género. Subrayó que aquellos que no contribuyan positivamente a este fin y, por el contrario, otorguen cobertura ideológica a los victimarios, están incurriendo en lo que califica como una «inmoralidad tremenda». Finalmente, apeló a la importancia de desterrar cualquier forma de odio, enfatizando que dichas actitudes generan un gran daño, especialmente a las generaciones más jóvenes.
Este trágico suceso ha conmocionado a la región de Castilla-La Mancha, y ha puesto de manifiesto la importancia de la lucha contra la violencia de género. La postura clara y contundente de Emiliano García-Page en este tema es un llamado a la unidad y al rechazo de cualquier forma de violencia hacia las mujeres. La sociedad en su conjunto debe alzar la voz y trabajar juntos para erradicar este flagelo que sigue cobrando vidas a diario. La violencia de género no tiene cabida en una sociedad justa y equitativa, y es responsabilidad de todos luchar para ponerle fin.
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