El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado su descontento respecto al reciente acuerdo de inmigración establecido entre el PSOE y Junts, que contempla la delegación de competencias migratorias a la Generalitat. Durante su intervención en el IV Foro Económico Español de Castilla-La Mancha, celebrado en Toledo, García-Page se declaró «abochornado» y «sonrojado» por este pacto, señalando que este acuerdo no le representa ni como socialista ni como ciudadano.
El mandatario regional catalogó el pacto como «grave» y expresó su deseo ferviente de que no se implemente. En su disertación, enfatizó la importancia de que las decisiones migratorias se tomen teniendo en cuenta la opinión de la ciudadanía. A pesar de que no solicitó elecciones anticipadas, puso en entredicho la capacidad del PSOE para continuar con la legislatura bajo el actual acuerdo, afirmando que preferiría prescindir de presupuestos a comprometer lo que considera «valores esenciales» del partido.
García-Page advirtió que este acuerdo podría obstaculizar gravemente la posibilidad de establecer un pacto de Estado sobre inmigración en España. También cuestionó el método en que se podría gestionar la llegada de inmigrantes a través de diversas comunidades autónomas. Su postura es contundente: la izquierda no debe aceptar la regularización del tráfico de personas basándose en criterios como la lengua o la identidad, una posición que considera una transposición de las propuestas de Donald Trump.
Además, el presidente criticó la postura de sectores progresistas como Sumar y Podemos, sugiriendo que podrían estar cediendo ante las propuestas de ciertos líderes, como Puigdemont, a quienes calificó de racistas. Calificó como «hipocresía» la situación en la que se plantean medidas contra la extrema derecha mientras se está, en su opinión, «cavando una zanja» en lugar de construir un puente.
García-Page también lamentó que el procedimiento utilizado para alcanzar este acuerdo sea «bochornoso» y remarcó que no se puede negociar lo que se está discutiendo actualmente. Criticó que el PSOE se presentó a las elecciones con un planteamiento opuesto al actual y señaló que la falta de iniciativa legislativa desde el Gobierno es un indicativo grave de la situación.
Para cerrar su intervención, el presidente se comprometió a trabajar para que la ciudadanía perciba al PSOE como un partido reconocible, argumentando que los acuerdos vigentes no están basados en convicciones o en el bienestar del país, sino que son, en su opinión, fruto de «puro chantaje».
vía: Diario de Castilla-La Mancha