Page rechaza ceder competencias de inmigración a Cataluña: ‘Es intolerable, no se negocian minutos de legislatura’

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El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado su firme oposición a la propuesta de transferir competencias de inmigración a Cataluña, calificando la solicitud de Junts como un intento de erosionar la soberanía nacional con trasfondos racistas. Durante una rueda de prensa en el Palacio de Fuensalida en Toledo, García-Page tomó como punto de partida la debilidad observada en el ámbito nacional y en el propio Gobierno, lo que podría facilitar el cumplimiento de estas demandas.

García-Page ha subrayado que el independentismo catalán está intentando capitalizar la actual situación política para reactivar reivindicaciones que antes parecían olvidadas. Considera que estas solicitudes, que parecen buscar un rédito inmediato, son una forma de «barra libre» que no se sostiene en un marco ético ni democrático. Además, advirtió que el traspaso de competencias en inmigración podría fomentar una segregación identitaria, lo que él considera indefendible desde un enfoque progresista y en términos de soberanía.

El presidente regional también ha expresado su preocupación por la atmósfera de inestabilidad política que se vive en el país, acusando a los socios del Gobierno de actuar de manera poco ética en su búsqueda de recursos. En este contexto, García-Page instó a los líderes políticos a evitar caer en la desconfianza y a trabajar en soluciones democráticas para el desafío político que enfrenta España.

Respecto a las elecciones autonómicas en Castilla y León, García-Page ha afirmado que no intervendrá en los debates electorales de otras comunidades, respetando el proceso del presidente autonómico. En cuanto a las próximas elecciones generales, el presidente dejó abierta la posibilidad de que cualquier cosa puede suceder, sugiriendo que las circunstancias políticas definirán el calendario electoral.

Por último, se refirió al uso del catalán en los servicios de atención al cliente, mostrando su rechazo a que el tema lingüístico se convierta en un instrumento de confrontación política. Aseguró que el idioma debería ser un medio de entendimiento y adelantó que estará atento al texto final de la propuesta para evaluar su posible impacto en los equilibrios lógicos y las obligaciones de los sectores privados.

vía: Diario de Castilla-La Mancha