Durante la inauguración de la planta de Magna Tauro en Illescas, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, expresó su desacuerdo con la reciente propuesta para la estación del AVE en Toledo, que comprende la construcción de un viaducto sobre el río Tajo. García-Page cuestionó la decisión de situar una infraestructura de tal envergadura “al borde del estadio del Salto del Caballo”, argumentando que ello podría perjudicar visualmente a muchas de las viviendas cercanas.
El presidente también planteó la necesidad de identificar a los responsables del diseño del trazado del AVE, calificando la propuesta como “increíble” y señalando que debe ajustarse a la normativa vigente. Esta normativa establece una distancia mínima de 100 metros desde la vía del AVE para la construcción de edificios, una medida que, según García-Page, debería ampliarse a 150 metros en este caso específico para evitar la cercanía del tren con las viviendas.
García-Page subrayó que es de sentido común evitar la ubicación de una nueva línea de AVE tan próxima a las residencias, resaltando la importancia del trabajo de los ingenieros en la planificación de estas infraestructuras. Instó a que su labor sea considerada de manera más rigurosa en el desarrollo de proyectos que afectan a la comunidad, enfatizando la necesidad de un enfoque que priorice el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos.
La controversia en torno a la propuesta del AVE sigue generando debate, y García-Page destaca su compromiso por proteger los intereses de los habitantes de Toledo y su entorno.
vía: Diario de Castilla-La Mancha