El pasado fin de semana, la patrulla de la Guardia Civil del puesto de Almuradiel realizó una notable labor al auxiliar a los pasajeros de un tren que quedó detenido en la estación de ferrocarril de Venta de Cárdenas. Este incidente se produjo debido a la avería de otro tren en la misma vía que conecta las ciudades de Jaén y Madrid.
Los agentes recibieron un aviso de la Central Operativa Compleja (COC) de la Guardia Civil de Ciudad Real, informando sobre la avería de un tren en el término municipal de Venta de Cárdenas, específicamente en el kilómetro 262,400 de la vía férrea en dirección a Madrid. Al llegar al lugar, el maquinista del tren averiado explicó que durante su trayecto desde Linares, sufrió la rotura de un pantógrafo. A pesar de que logró continuar su camino, poco después se produjo la ruptura de un segundo pantógrafo, lo que imposibilitó que el tren pudiera continuar hacia su destino. Dado que la vía es única para ambas direcciones, se determinó que la circulación ferroviaria quedaría interrumpida hasta que el tren averiado fuese remolcado.
Mientras la situación se complicaba, los agentes recibieron otra comunicación de la COC indicando que en la estación de Venta de Cárdenas se había detenido un tren con aproximadamente 50 pasajeros. Ante la imposibilidad de continuar su viaje, se organizó el traslado de estos pasajeros en un autobús hacia Alcázar de San Juan.
Al llegar a la estación, la patrulla se encontró con un obstáculo adicional, ya que un autobús intentaba acceder a través de un puente, pero no pudo pasar debido a las restricciones de altura. Intentaron dirigir al autobús por otro acceso, pero también se encontraron con dificultades que hicieron imposible su entrada. Ante esta situación, el autobús tuvo que estacionar a unos 250 metros de la estación para facilitar la evacuación de los pasajeros.
En este proceso, los agentes de la Guardia Civil brindaron asistencia especial a personas de avanzada edad y a aquellos que habían sido sometidos a intervenciones quirúrgicas, utilizando su vehículo oficial para trasladarlos, ya que no podían realizar el trayecto a pie. Además, colaboraron en el transporte de las pertenencias personales de los demás pasajeros.
Finalmente, el autobús logró emprender su ruta hacia Alcázar de San Juan, mientras que el maquinista del tren averiado permaneció en su puesto, asegurando que se restableciera la circulación ferroviaria lo antes posible. Este episodio resalta la dedicación y compromiso de la Guardia Civil en la atención y apoyo a los ciudadanos en situaciones de emergencia.
vía: Diario de Castilla-La Mancha