El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, atraviesa una de las etapas más críticas de su mandato tras la inesperada decisión de los siete diputados de Junts de votar en contra de la propuesta destinada a limitar el alquiler de temporada, lo que tenía como objetivo frenar la especulación inmobiliaria. Este giro de la formación independentista catalán ha puesto en un aprieto a la coalición de Gobierno, la cual requiere el apoyo de otras fuerzas políticas para llevar a cabo sus iniciativas.
La nueva postura de Junts, que se alinea con PP y Vox, refleja la creciente tensión entre los independentistas y el Ejecutivo. Desde el Gobierno, se acusa a Junts de reaccionar en represalia por el pacto entre el PSC y ERC para la presidencia de la Generalitat, un hecho que ha deteriorado la confianza entre ambas partes. Con esta situación, el equipo de Sánchez se muestra preocupado por el futuro, temiendo que cada votación en el Congreso se convierta en una batalla donde el apoyo de Junts sea cada vez más incierto.
A pesar de los esfuerzos de ambos partidos por calmar las tensiones mediante conversaciones, el ambiente político sigue en un estado de bloqueo. La falta de consenso genera una fuerte incertidumbre en torno a negociaciones clave, como la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, lo que deja al Gobierno con la difícil tarea de reconstruir relaciones con Junts mientras enfrenta una oposición fortalecida en un Parlamento cada vez más fragmentado.
Por su parte, Carles Puigdemont ha dejado claro que Junts no facilitará la tarea del Gobierno sin un esfuerzo significativo en las negociaciones. Este mensaje resalta la postura firme de los independentistas, quienes ven una oportunidad para fortalecer su posición y buscar mayores concesiones en un contexto de creciente inestabilidad. Sin acuerdos visibles en el horizonte, la capacidad del Ejecutivo para avanzar legislativamente se ve comprometida, lo que aumenta la presión para establecer nuevas alianzas o reconsiderar su estrategia política en los próximos meses, ante uno de los mayores retos de la legislatura.