El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, llegó a Río de Janeiro para participar en la Cumbre del G-20, donde fue recibido por el presidente de Brasil, Lula da Silva. Durante su intervención, Sánchez subrayó el compromiso de España por la reducción de desigualdades, la lucha contra el cambio climático, la igualdad de género y la defensa del comercio internacional basado en reglas. Además, hizo hincapié en la importancia de defender los principios y valores de la Carta de Naciones Unidas y en el cumplimiento del derecho internacional humanitario en los conflictos que afectan a Ucrania, Palestina y Líbano.
En el marco de la Cumbre, el mandatario español insistió en la necesidad de promover reformas en la gobernanza global y abogó por un fortalecimiento de la ONU. En este sentido, propuso fomentar más liderazgo femenino, incluyendo la posibilidad de designar una Secretaria General de la ONU y establecer la alternancia de género en la Presidencia de la Asamblea General. También resaltó la relevancia de la Organización Mundial de la Salud, anunciando una aportación de casi 60 millones de euros para sus funciones.
Uno de los momentos destacados de la cumbre fue el lanzamiento de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, iniciativa impulsada por la presidencia brasileña del G-20. Sánchez destacó el compromiso de España para contribuir a este esfuerzo global, tanto en términos de impulso político como de financiación. Asimismo, mencionó los avances que ha logrado su país en este ámbito, tales como el aumento del salario mínimo y la implementación de un Ingreso Mínimo Vital que beneficia a más de 2 millones de ciudadanos.
El presidente español también abordó cómo la seguridad alimentaria y la pobreza se ven agravadas por el cambio climático. En este contexto, hizo un llamado a actuar en la próxima COP29 para acelerar la implementación del Acuerdo de París. Para concluir, Sánchez enfatizó la necesidad de una financiación para el desarrollo que sea más inclusiva y sensible a las necesidades de los países en desarrollo, comprometiendo a España a destinar 400 millones de euros a la reposición de fondos de la Asociación Internacional de Desarrollo (IDA), lo que representa un aumento del 40%.