La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha ha hecho pública su ambiciosa Plan de Inspección de centros, servicios y establecimientos sanitarios para el año 2025, una estrategia fundamental para garantizar la calidad y seguridad en la atención sanitaria. Esta iniciativa se basa en la identificación de prioridades que permitirán enfocar los recursos y esfuerzos en las áreas más críticas.
Carmen Encinas Barrios, directora general de Planificación, Ordenación, Inspección Sanitaria y Farmacia, ha subrayado la importancia del compromiso y la profesionalidad del equipo de inspectores, cuya labor es esencial para mejorar la salud de los ciudadanos. Durante el 2024, Castilla-La Mancha llevó a cabo un total de 2.821 inspecciones, centrando su vigilancia en aspectos cruciales como la seguridad del paciente, la operatividad de los centros y la lucha contra el fraude en la prestación de medicamentos y productos sanitarios.
El plan detalla un conjunto amplio de actuaciones, que incluyen la verificación del funcionamiento de oficinas de farmacia y el control de la distribución de medicamentos. También se contempla la inspección de prácticas de dispensación, buenas prácticas de distribución, así como la supervisión de la publicidad sanitaria y los procesos de esterilización, asegurando así que se cumplan las normativas y se proteja la salud pública.
Con un equipo comprometido de 38 inspectores distribuidos en las Delegaciones Provinciales de Sanidad, la Consejería de Sanidad busca garantizar una vigilancia efectiva y un control riguroso de los centros autorizados en la región. La adecuada coordinación y uniformidad en la actuación de los inspectores es esencial, y se considera una prioridad independientemente de la provincia donde se realice la inspección.
Este plan no solo refleja un avance en el compromiso hacia la salud pública en Castilla-La Mancha, sino que también establece un modelo de actuación que busca fortalecer la confianza de los ciudadanos en el sistema sanitario.
vía: Diario de Castilla-La Mancha