La noche del Miércoles Santo en Puertollano fue testigo de un profundo sentimiento de devoción durante el solemne Vía Crucis organizado por la Cofradía de los Discípulos de San Juan y Santo Sepulcro. La imagen del Santísimo Cristo del Calvario, que ha estado en culto desde su adquisición en 1994 en la Iglesia de San Francisco en la barriada de Cañamares, fue el eje central de esta emotiva celebración.
El acto comenzó a las 22:30 horas en la mencionada iglesia y se extendió por las calles Calveros, Pablo Iglesias, Aprisco, Cañas, Bajada del Pilar y Plaza de la Tercia, finalizando en la Parroquia de la Asunción. A lo largo del recorrido, cofrades y numerosos vecinos se unieron en el rezo de las estaciones del Vía Crucis, creando una atmósfera de recogimiento y respeto que muy pocos pueden igualar.
Este Vía Crucis es considerado uno de los momentos más sobrecogedores de la Semana Santa en Puertollano. Entre los participantes de la procesión se vieron penitentes que, descalzos y con cadenas en los pies, añadieron un fuerte componente simbólico a la ya de por sí intensa experiencia. Esta tradición refuerza la ferviente devoción de muchos creyentes durante estas fechas tan significativas para la comunidad.
El evento no solo fue una muestra de fe, sino también un acontecimiento que fortalece los lazos de la comunidad, donde todos se unieron para recordar y vivir el significado del sacrificio y la esperanza.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
