El aeropuerto de Ciudad Real ha entrado en el centro de una polémica tras la revelación de que podría ser transformado en un centro de alojamiento para inmigrantes adultos, principalmente procedentes de regiones extrapeninsulares. Esta información ha tomado por sorpresa al Gobierno de Castilla-La Mancha, que no había sido informado previamente sobre estos planes por el Gobierno central.
Fuentes cercanas a organizaciones de apoyo a inmigrantes han indicado que el proyecto ya se encuentra en una fase avanzada, con un acuerdo alcanzado entre el Gobierno y la compañía propietaria del aeródromo para iniciar de manera inminente el alojamiento de inmigrantes en dicho espacio, lo que incluiría la instalación de barracones.
La posibilidad de utilizar las instalaciones del aeropuerto para este propósito ha causado «sorpresa y estupefacción» en el Ejecutivo regional, que considera la situación un «despropósito absoluto y una barbaridad delirante». Este descontento se fundamenta en la percepción de una falta de comunicación adecuada sobre un asunto de tal relevancia, que afecta no solo al territorio regional, sino también a la capacidad de las administraciones locales para brindar asistencia y servicios esenciales, como la atención sanitaria.
Bárbara García Torijano, consejera de Bienestar Social de Castilla-La Mancha, ha comenzado a establecer contactos con la Secretaría del Estado de Migraciones, donde se le ha confirmado que el proyecto está bajo estudio. El Gobierno de Castilla-La Mancha ha enfatizado que, aunque la política de inmigración es competencia del estado, la carencia de información sobre un tema tan significativo se considera una «desconsideración muy grave».
La polémica emergente se produce en un contexto en el que la gestión y alojamiento de inmigrantes ha cobrado relevancia tanto a nivel nacional como internacional. Esto ha colocado el proyecto en el punto de mira de distintas entidades y ha provocado un intenso debate sobre la conveniencia y la humanidad de las medidas propuestas. La decisión final sobre el uso del aeropuerto de Ciudad Real y las condiciones en las que se desarrollará la situación de los inmigrantes allí albergados, dependerá de futuras conversaciones entre los gobiernos central y regional, así como de la respuesta de la sociedad civil y de las organizaciones comprometidas con la defensa de los derechos de los inmigrantes.