Durante el Comité Federal del PSOE, se desató una intensa polémica en torno a la figura del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, quien se presentó como la única voz discordante del cónclave. García Page instó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a someterse a una cuestión de confianza en el Congreso o a convocar elecciones generales anticipadas, argumentando que las medidas anunciadas por Sánchez son insuficientes para enfrentar lo que él considera una crisis profunda dentro del partido. Esta crisis se ha visto acentuada por la reciente condena del exsecretario de Organización, Santos Cerdán.
El ministro de Transportes, Óscar Puente, contraatacó enérgicamente durante su intervención, calificando a García Page de «hipócrita» y criticando sus insinuaciones sobre la posible implicación legal de otros miembros del partido. Page había sugerido que algunos cargos podrían no estar seguros de poder continuar en sus funciones debido a cuestiones legales, lo que, según muchos, aumentó la tensión en un ambiente ya fracturado.
En respuesta a las críticas, García Page hizo uso de un turno de réplica en un Comité que vio un elevadísimo número de intervenciones de otros dirigentes que respaldan la postura de Sánchez. Desde el entorno de Page se interpreta que esta avalancha de solicitudes de palabra busca crear una imagen de apoyo mayoritario al presidente frente a sus críticas.
El discurso de Puente, que recibió el respaldo de otros miembros del Gobierno, incluida la portavoz Pilar Alegría, ha despertado controversia interna. Algunos miembros del partido consideran que Puente no debió intervenir después de la alocución de Sánchez, dado su rol en la Ejecutiva Federal. Esta situación pone de manifiesto las crecientes tensiones y fracturas internas dentro del PSOE, que se hacen aún más evidentes en medio de la actual crisis.
vía: Diario de Castilla-La Mancha