El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha reaparecido en Barcelona después de casi siete años en el extranjero, desatando un gran revuelo en la ciudad. A pesar de la orden de detención nacional en su contra, Puigdemont se presentó en el paseo Lluís Companys de Barcelona durante un acto organizado por el Consell de la República, donde declaró: «He venido aquí para recordarles que aún estamos aquí».
Sin embargo, minutos después de su aparición, Puigdemont desapareció mientras la comitiva se dirigía al Parlament para asistir a la investidura de Salvador Illa. Esta situación ha llevado a los Mossos d’Esquadra a activar la ‘operación jaula’ para localizar y detener al político, lo que ha generado tensiones entre manifestantes y la policía en la ciudad.
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha criticado la reaparición de Puigdemont como una «patochada de teatro» y ha exigido el cumplimiento del Estado de Derecho. Mientras tanto, el abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, y el exsenador de Junts, Jami Matamala, han salido del recinto del Parlament tras el discurso de investidura de Illa.
Por otro lado, en redes sociales, figuras públicas como Jordi Évole han comentado con humor la situación, mientras que los Mossos han confirmado que Puigdemont sigue en paradero desconocido y han intensificado los controles en las carreteras catalanas en busca del expresidente.
La situación en el Parlament también ha sido tensa, con enfrentamientos entre los Mossos y los manifestantes ante la Ciutatella. El uso de gas pimienta y porras por parte de la policía ha exacerbado los ánimos de los congregados, que esperaban la llegada de Puigdemont al Parlament.
Salvador Illa, durante su discurso de investidura, ha pedido la aplicación ágil de la ley de amnistía y se ha comprometido a trabajar para restablecer los derechos políticos de todas las formaciones. Mientras tanto, los seguidores de Junts y del ‘expresident’ especulan sobre la posible huida de Puigdemont a Francia para evadir a las autoridades.