Los sistemas de la cuenca del Tajo han vivido una recuperación tras la sequía prolongada que los afectó durante un largo tiempo. Según la información proporcionada por la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica, las lluvias provenientes de la DANA a principios de septiembre obligaron a la liberación de agua de dos embalses, logrando así recuperar la normalidad en la cuenca.
En una reunión reciente, se expuso que el volumen de agua embalsada en los principales embalses de la cuenca del Tajo correspondía al 56,76 por ciento de su capacidad total, en comparación con el 37,9 por ciento del año anterior en la misma fecha. Esta recuperación en el nivel de agua embalsada ha permitido que todos los sistemas se encuentren en una situación de ausencia de sequía prolongada, una mejoría sustancial con respecto a años anteriores.
Durante la sesión, se analizó el desarrollo del año hidrológico anterior, destacando que si bien la media de precipitación acumulada fue inferior al promedio histórico, las precipitaciones excepcionalmente elevadas en algunos meses, como septiembre, ayudaron a paliar la sequía. Además, se mencionó el esfuerzo de los usuarios para reducir el consumo de agua, especialmente en el caso de los regadíos, lo que ha contribuido a una gestión más eficiente de los recursos hídricos.
En cuanto al cumplimiento de los compromisos establecidos en el Convenio de Albufeira y la aplicación de la legislación vigente en los embalses afectados en el eje principal del Tajo, se destacó el esfuerzo y compromiso de todos los involucrados en la gestión del agua en la cuenca del Tajo.
Esta recuperación en los sistemas de la cuenca del Tajo es un paso positivo hacia la gestión sostenible del agua en la región, manteniendo un equilibrio entre el suministro de agua para múltiples usos y la conservación del medio ambiente. Es importante seguir trabajando en la implementación de medidas que garanticen una gestión eficiente y sostenible de los recursos hídricos, considerando los desafíos que representa el cambio climático y la variabilidad en las precipitaciones.
En resumen, la recuperación de los sistemas de la cuenca del Tajo después de la sequía prolongada representa un logro significativo en la gestión del agua en la región, y es un reflejo del compromiso y la colaboración de los actores involucrados en la gestión de este recurso vital. Por lo tanto, es crucial continuar con estas prácticas sostenibles para garantizar un suministro adecuado de agua para las necesidades presentes y futuras.
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