Desde el área de Terapia Ocupacional, un equipo especializado ha centrado su labor en las Actividades de la Vida Diaria (AVD), logrando notables avances en la rehabilitación de Toñi, una paciente afectada por un ictus. Mediante el uso de la robótica Tyromotion, que incluye dispositivos como Amadeo, Diego y Pablo, combinados con ejercicios de precisión y motricidad fina, Toñi ha mostrado una notable mejoría en la movilidad articular, fuerza y coordinación de su brazo izquierdo.
Los profesionales que la acompañan han destacado su evolución como “excelente”, sorprendidos por la fuerza y capacidad de superación que Toñi demuestra cada día. Para ella, comprobar su progreso, especialmente en las áreas más afectadas, ha sido fundamental en su proceso de rehabilitación.
Sandra Lozano, su terapeuta ocupacional, enfatiza que Toñi ya puede abrir pinzas y moverlas en todas direcciones, logrando día tras día nuevos hitos en su recuperación. Su actitud positiva y su carácter deportivo han sido motores clave en su constante esfuerzo.
Entre sus mayores logros, Toñi ha recuperado la autonomía necesaria para ducharse sin ayuda, y también ha adquirido la capacidad de vestirse, atarse los cordones y realizar tareas cotidianas por sí misma, lo que ha reforzado su autoestima y confianza personal.
En el ámbito de la fisioterapia, los primeros días fueron un desafío, ya que Toñi no podía mantenerse sentada. Sin embargo, en apenas una semana recuperó el control del tronco, lo que le permitió avanzar a la bipedestación y a dar sus primeros pasos. Solo unos meses después, gracias a tecnología como el robot Lexo y circuitos terapéuticos complejos, Toñi ha dejado la silla de ruedas, utilizando un bastón para caminar y enfrentando retos diarios como escaleras y pendientes.
El fisioterapeuta Santiago Canónico señala que el equipo se esfuerza por motivar a Toñi y variar los ejercicios para que la terapia sea atractiva y funcione en su vida cotidiana.
Otro aspecto crucial en su recuperación ha sido la logopedia. Inicialmente, Toñi presentaba una incapacidad casi total para ejecutar los movimientos necesarios para la producción de sonidos, lo que afectaba su capacidad comunicativa. Gracias a intervenciones específicas en articulación, coordinación orofacial, musculatura facial y proyección vocal, su evolución ha sido notable. Ha alcanzado un nivel de disartria moderada, con mejoras en la inteligibilidad y control respiratorio, logrando una comunicación oral funcional.
El equipo del Hospital Casaverde Extremadura se siente orgulloso del notable progreso de Toñi en todas las áreas terapéuticas. Sus avances son un testimonio del impacto positivo que la rehabilitación tiene en su bienestar físico, emocional y social.