El ciclismo ha ocupado un lugar especial en la historia, especialmente durante momentos de crisis en distintas épocas. Durante la postguerra, se convirtió en una vía de escape y resistencia para muchos individuos, quienes encontraban en este deporte no solo un medio de competencia, sino también una forma de enfrentar los difíciles desafíos económicos y sociales que caracterizaban esos años. La pasión por el ciclismo se mantuvo viva, incluso en medio de la adversidad.
En este contexto, surgió el fenómeno del estraperlo, que se refiere al mercado negro y a la economía informal que predominaba en aquellos tiempos. Los ciclistas, aunque competían en los eventos deportivos, a menudo llevaban una vida doble, donde la necesidad de subsistir a través de actividades clandestinas coexistía con su amor por el ciclismo. Esta fusión de deporte y estraperlo se convirtió en una narración fundamental dentro de la postguerra, simbolizando la lucha y el ingenio del ser humano.
A medida que el tiempo ha pasado, estas historias de sacrificio y perseverancia han recibido el reconocimiento que merecen. Recientemente, el Club Ciclista Sport Tomelloso llevó a cabo la IV Ruta de Homenaje a los Estraperlistas, un evento que celebra tanto el deporte como el legado de aquellos que vivieron en tiempos difíciles. Esta conmemoración busca recordar la valentía de quienes, a través del ciclismo, desafiaron las adversidades y dejaron una marca perdurable en la historia local.
Por lo tanto, el ciclismo no es simplemente una actividad deportiva; es un vehículo de memoria, resistencia y legado.
