El restaurante El Rosal de Córdoba, que pasó por Pesadilla en la Cocina, ha logrado mantenerse abierto bajo la gestión de un nuevo propietario, Toni García. A pesar de las dificultades económicas y personales que enfrentaba la familia que lo regentaba, las mejoras implementadas por Alberto Chicote han sido clave en su éxito actual. El Rosal Sierra, como ahora se llama el establecimiento, ha sabido mantener una buena reputación entre sus clientes, destacando especialmente por sus platos como los calamares, guisos de carne de caza, carne a la brasa y hamburguesas. Además, la terraza del restaurante se ha convertido en un espacio apreciado durante el verano, donde se realizan fiestas temáticas y actuaciones de música en directo. Esta historia demuestra que, con el enfoque adecuado, es posible revivir un negocio y hacerlo prosperar incluso después de una experiencia en Pesadilla en la Cocina.