Los viajeros de Cercanías Madrid se preparan para un verano marcado por importantes cambios en la red ferroviaria. A partir del 2 de julio y hasta el 30 de agosto, Adif iniciará una remodelación esencial en la estación de Atocha, enfocada en aumentar la capacidad del túnel de Sol y mejorar la operatividad de las líneas C-3 y C-4, que son fundamentales en el núcleo de la capital.
Esta renovación, que forma parte del Plan de Cercanías Madrid, contará con una inversión millonaria de 54 millones de euros. Los trabajos buscan incrementar en un 33% la capacidad en el túnel de Sol y mejorar en un 50% la fiabilidad de las líneas afectadas. Entre las intervenciones previstas se incluyen la ampliación de andenes, la instalación de nueva catenaria y la construcción de una conexión entre los túneles de Embajadores y Sol.
Una de las modificaciones más visibles será la reconfiguración del andén 5 y la transformación de la vía 10, que pasará de ser un apartadero a integrarse en el circuito directo hacia Embajadores. Sin embargo, estas mejoras implicarán cortes que afectarán a miles de usuarios a lo largo de los próximos meses.
Durante la primera fase, del 2 al 30 de julio, la línea C-5 estará interrumpida entre Embajadores y Villaverde Alto debido a las obras en el andén 5 y la vía 10. Para mitigar las molestias, Renfe implementará trenes de refuerzo en Villaverde Alto, autobuses gratuitos de la EMT para pasajeros con tarjeta Renfe&tú, y recomienda el uso de la línea 3 de Metro como alternativa. Se dispondrá de personal adicional en las estaciones para guiar a los viajeros.
A partir del 19 de julio, se cerrará el túnel de Sol al tránsito ferroviario, lo que dejará inoperativas las líneas C-3 y C-4 entre Chamartín y Atocha, y la estación de Sol también permanecerá cerrada. Como alternativas, Renfe sugiere utilizar las líneas C-2, C-7, C-8 y C-10, que circularán por el túnel de Recoletos, así como realizar transbordos en Chamartín y Atocha, lo que implicará tiempos de viaje más prolongados. Además, se reforzará el servicio en la línea C-10 con la incorporación de 20,000 plazas diarias.
Los trabajos no solo se centran en la modernización de vías y señales, sino que también incluyen mejoras en accesibilidad, como la ampliación del andén 5 para facilitar el tránsito de personas con movilidad reducida. Uno de los aspectos más cruciales será la construcción de una nueva diagonal que conecte la vía 10 con la red principal de Atocha, optimizando así el flujo de trenes.
Aunque el verano se torna complicado para los usuarios, Adif y Renfe aseguran que estas obras constituirán un avance significativo, reduciendo retrasos y aumentando la capacidad de la red a largo plazo. Los viajeros deberán armarse de paciencia y planificar sus rutas con antelación.
En paralelo, Metro de Madrid también acometerá cambios, incluyendo la apertura de una nueva oficina para gestionar la Tarjeta de Transporte Público, con el fin de agilizar trámites. Además, se han habilitado servicios alternativos debido al corte de la línea 6 entre Méndez Álvaro y Príncipe Pío, que permanecerá inoperativa hasta septiembre.
Sin duda, este verano se presenta como una prueba de resistencia para el transporte público en Madrid. Aun así, las promesas de una red más eficiente podrían hacer que el esfuerzo merezca la pena.