Un nuevo malware llamado Stealerium está generando preocupación en el ámbito de la ciberseguridad, al transformar la intimidad en un arma de chantaje. Este software, descubierto por la firma de ciberseguridad Proofpoint, tiene la capacidad de espiar a las víctimas a través de su cámara web y crear material comprometedor que puede ser utilizado para extorsionarlas.
En años recientes, la sextorsión se ha convertido en una de las formas más alarmantes de ciberdelito, en la que bandas organizadas operan con perfiles falsos en redes sociales para inducir conversaciones privadas y persuadir a las víctimas a compartir imágenes íntimas. Una vez que estos materiales son obtenidos, los delincuentes amenazan con difundirlos a familiares o contactos, a menos que se cumpla con un pago. En ocasiones, también recurren a la manipulación mediante inteligencia artificial para crear contenido falso que simula situaciones sexuales.
Stealerium se distingue por su capacidad de automatizar el proceso de chantaje. Este malware detecta cuando un usuario accede a páginas pornográficas, activa la cámara web sin su conocimiento y captura tanto imágenes como lo que aparece en la pantalla. Este material es entonces utilizado por los criminales como una herramienta de extorsión.
La inquietud radica en que Stealerium no está reservada para redes criminales altamente sofisticadas; más bien, se trata de un software de fácil acceso, lo que amplifica los riesgos y convierte a cualquier usuario en un candidato potencial para ser víctima de este delito.
Andrea Baggio, CEO de ReputationUP, ha destacado la gravedad de esta situación, señalando que la evolución del cibercrimen ha llegado a un punto donde no se requieren grandes estructuras para operar. «Ahora basta un programa capaz de automatizar el espionaje. Esto multiplica las víctimas potenciales y añade un nivel de invasión a la intimidad que resulta devastador. La sextorsión no solo roba datos, roba tranquilidad, confianza y la vida digital de una persona», afirmó Baggio.
ReputationUP se ha posicionado como una defensa crucial para las víctimas de sextorsión, combinando conocimientos en ciberseguridad, derecho digital y gestión de crisis online. Su equipo trabaja para proteger y ayudar a las víctimas a recuperar el control sobre su identidad digital y evitar la difusión de contenido sensible.
La clave para combatir esta amenaza, según Baggio, es la rapidez en la reacción ante el delito. «El silencio nunca debe ser una opción. Cada minuto que pasa, los delincuentes ganan ventaja. Nuestro mensaje es claro: no están solos, y con el apoyo adecuado se puede recuperar la tranquilidad».
