La borrasca Herminia ha arrasado diversas regiones de España, provocando daños significativos y, lamentablemente, víctimas fatales desde su llegada el pasado domingo. El país ha sido golpeado por un temporal de gran magnitud que ha afectado gravemente el tráfico aéreo, ferroviario, marítimo y rodado.
Los fenómenos meteorológicos han incluido vientos huracanados, lluvias torrenciales y olas con alturas de hasta doce metros, lo que ha llevado a una serie de incidencias, entre ellas la caída de árboles y postes de luz, así como desprendimientos de tierra. La situación parece estar lejos de mejorar, ya que se prevé la llegada de una nueva borrasca, llamada Ivo, que traerá consigo más frío, lluvias, nieve y vientos intensos.
De acuerdo con datos proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se han contabilizado acumulados de lluvia de hasta 187 litros por metro cuadrado en La Estrada, Pontevedra. Asimismo, los vientos han alcanzado velocidades de hasta 172 km/h en el Mirador del Cable, en los Picos de Europa. Galicia ha sido la región más afectada, sumando cerca de 2.000 incidencias relacionadas con el temporal, entre las que se encuentran más de 1.200 descargas eléctricas, así como la destrucción parcial de un muro en la iglesia de Ortigueira, A Coruña.
Los ríos Tambre, Miño y Azúmara también han registrado desbordes como resultado de las intensas lluvias. A pesar de la gravedad de las inundaciones, hasta el momento no se han reportado víctimas mortales en estas áreas, aunque los daños materiales son significativos, con muchas viviendas y comercios gravemente afectados.
Mientras la angustia por los estragos ocasionados por Herminia se mantiene, los expertos advierten sobre la proximidad de Ivo, que podría acentuar aún más las adversidades climáticas. Se anticipa que esta nueva borrasca traerá un frío polar que impactará gran parte de la península, además de lluvias persistentes y nevadas en zonas montañosas. En particular, los sistemas montañosos como la cordillera Cantábrica y los Pirineos occidentales se verán afectados por nevadas intensas. A partir del jueves, se espera que la llegada de una masa de aire polar haga descender la cota de nieve a niveles de entre 500 y 700 metros, lo que favorecerá las nevadas en las zonas más elevadas del país.