En Castilla-La Mancha, un alarmante 40% de la población trabajadora se encuentra expuesta a riesgos asociados al calor en su entorno laboral. Esto se traduce en aproximadamente 317.000 empleados, tanto autónomos como por cuenta ajena, que experimentan estrés térmico de diversas maneras.
El estrés térmico representa un riesgo laboral que las empresas están legislativamente obligadas a prevenir. Las consecuencias de la exposición prolongada a elevadas temperaturas pueden abarcar desde el agotamiento y los calambres hasta la deshidratación y la falta de concentración. En los casos más graves, el golpe de calor se convierte en una preocupación crucial, ya que la mortalidad en estas situaciones puede superar el 70%.
Ante esta problemática, se hace evidente la necesidad de que las empresas implementen medidas efectivas para mitigar estos riesgos. A pesar de ello, las estadísticas indican que una parte significativa de la fuerza laboral sigue trabajando en condiciones que favorecen el estrés térmico. Esto pone de manifiesto la urgencia de adoptar un enfoque más riguroso en la prevención de estos riesgos laborales.
La información ha sido proporcionada por CCOO Castilla-La Mancha, destacando la importancia de la concienciación sobre estos riesgos en el ámbito laboral.
vía: Diario de Castilla-La Mancha