El programa «La Revuelta», bajo la dirección de David Broncano, se encuentra en el centro de la polémica tras críticas por sus constantes chistes sobre drogas en horario protegido. Este clima ha llevado a RTVE a comprometerse a moderar este tipo de contenido. En respuesta a las quejas de ciertos espectadores, Ricardo Castella, al frente del programa, admitió en RTVE Responde que se esforzarían por «contener a Grison» y limitar las intervenciones más controvertidas.
Grison, destacado por su habilidad para jugar con el lenguaje y el doble sentido desde su participación en «La Resistencia», ha sido una figura clave en el tono irreverente de «La Revuelta». Sin embargo, en el contexto actual y en horario de máxima audiencia, los responsables del programa están intentando atenuar su humor. Durante el reciente programa, Grison no pudo ocultar su descontento ante las nuevas restricciones y bromeó con Broncano, sugiriendo que aunque quizás se habían pasado de la raya, seguirían adelante con su estilo.
A pesar de los esfuerzos de Broncano por moderar el tono del programa, Grison se mantuvo fiel a su esencia, soltando frases cargadas de insinuación que provocaron risas del público y de sus compañeros. «Yo la verdad es que no meto la nariz donde no me llaman. Lo único que quiero decir es que polvo somos y en polvo nos convertiremos», bromeó, desatando aún más carcajadas en el plató. A esto, Castella se unió al humor, insinuando que las críticas esperaban ser más sustanciosas.
En un intento por retomar el control de la conversación, Broncano explicó que había habido cierta confusión interna en RTVE pero que, en general, estaban satisfechos con su presencia en la televisión pública. Sin embargo, el humorista Miguel Campos intervino, intensificando el ambiente festivo con un comentario respecto a las pantallas, lo que nuevamente provocó risas en el equipo.
Además de abordar los chistes sobre drogas, «La Revuelta» se ha comprometido a incluir más mujeres en su contenido, como respuesta a las críticas sobre la falta de diversidad en el programa. Dicho compromiso se produce tras las demandas de los televidentes que solicitaban una revisión del enfoque de «La Revuelta», considerado inapropiado en ciertos aspectos.
Con su característico humor, Grison y Castella han evidenciado que el equipo de «La Revuelta» está dispuesto a adaptarse a las nuevas exigencias, intentando equilibrar su estilo irreverente con las normativas de la televisión pública. El doble sentido y las bromas continúan siendo el corazón del programa, aunque con la intención de ajustarse al contexto y las restricciones impuestas por RTVE.