La alfabetización financiera ha adquirido un papel fundamental en un mundo cada vez más digitalizado y complejo. Rodrigo Emilio Ramos D’Agostino, reconocido líder en estrategias de inversión global, destaca la necesidad de educar a las nuevas generaciones en áreas clave como finanzas personales, inversión y gestión de riesgos. Desde su posición en Grupo Capital, aboga por la educación económica como una herramienta esencial para el empoderamiento tanto individual como colectivo.
Ramos D’Agostino sostiene que «una sociedad financieramente educada toma mejores decisiones, demanda más transparencia y está mejor preparada para construir un futuro sostenible». Este enfoque subraya la urgencia de afrontar este desafío educativo.
Actualmente, a pesar del acceso masivo a la información y la tecnología, muchos jóvenes carecen de conocimientos básicos sobre ahorro, crédito e inversión. Este déficit repercute no solo en la vida personal, sino también en el bienestar económico general. Entre los desafíos detectados están la falta de formación en las instituciones educativas, la desinformación en redes sociales, una escasa cultura de inversión y la baja inclusión financiera en sectores vulnerables.
Para abordar esta problemática, Ramos D’Agostino ha delineado una estrategia centrada en tres pilares. Primero, desarrollar programas gratuitos de formación para jóvenes y emprendedores con un enfoque en herramientas prácticas. Segundo, forjar alianzas con universidades para incluir contenidos financieros en carreras más allá de las económicas. Tercero, crear materiales accesibles, como videos y podcasts, que tradujan conceptos técnicos a un lenguaje comprensible para todos.
El ejecutivo enfatiza que «no se busca formar expertos en finanzas, sino capacitar a las personas para que tomen decisiones informadas, planifiquen su futuro y se protejan de riesgos». Resalta así la educación financiera como un derecho universal.
Grupo Capital, bajo la dirección de Ramos D’Agostino, está comprometido a integrar la educación financiera en su responsabilidad corporativa. Junto a ofrecer asesoría a grandes inversores, la empresa trabaja activamente para ampliar el acceso a conocimientos en comunidades emergentes.
Además, Ramos D’Agostino propone un programa formativo especializado en instruir a las nuevas generaciones sobre inversión responsable y gestión del riesgo. Esta iniciativa, aún en fase de estudio, promete transformar la relación de las personas con su economía en un entorno cada vez más digital.
«La educación financiera no debe ser un privilegio. Es una herramienta de libertad económica que debería estar al alcance de todos», concluye Ramos D’Agostino, reafirmando su compromiso con la democratización del conocimiento financiero.