En las últimas semanas, Mercadona, la reconocida cadena de supermercados en España, ha experimentado un fenómeno social inesperado que la ha transformado en un punto de encuentro para aquellos que buscan el amor. Este nuevo enfoque ha surgido de un curioso descubrimiento en redes sociales relacionado con la supuesta «hora de ligar» en el supermercado, que ha captado la atención de numerosos usuarios y ha generado un incremento en las interacciones sociales en sus pasillos.
La tendencia comenzó a ganar impulso tras la difusión de un vídeo en la red social X, anteriormente conocida como Twitter, en el que se indicaba que al buscar en Google «hora de ligar en Mercadona», se obtenía un horario específico: de 7:00 p.m. a 8:00 p.m. Esta revelación sorprendió a muchos y rápidamente se transformó en un tema de conversación viral. Los usuarios comenzaron a compartir sus propias experiencias y a especular sobre la validez de esta supuesta franja horaria.
Con el tiempo, Mercadona se ha convertido en el epicentro de esta peculiar moda social. Aunque muchos consideran que se trata de una simple broma, la idea de ligar en un supermercado ha despertado la curiosidad de diversos compradores. Las tiendas están empezando a verse como espacios propicios para la interacción social, más allá de la simple actividad de comprar.
A medida que la tendencia ha avanzado, han aparecido «reglas no oficiales» que aquellos interesados en participar deberán seguir. Entre las más destacadas se encuentran el uso de una piña colocada al revés en el carrito de la compra como símbolo de disponibilidad, la elección de la sección de vinos como punto de partida para iniciar conversaciones, y el choque de carritos con otros que también porten la piña al revés como un método directo de contacto.
Esta transformación en la percepción de Mercadona también plantea preguntas sobre el futuro de las experiencias de compra. Lo que antes se consideraba una rutina ahora podría ofrecer oportunidades para conocer a gente nueva en un ambiente cotidiano. Aunque el fenómeno todavía está en sus primeras etapas, su influencia en la cultura popular es evidente y podría generar nuevas maneras de socializar.
Si algunas personas deciden unirse a esta insólita tendencia, es crucial recordar la importancia del respeto hacia los demás compradores y el personal de la tienda. Lo que comenzó como un simple comentario en redes sociales ha demostrado cómo un entorno común puede convertirse en un espacio creativo para la interacción humana. Mercadona está en el camino de posicionarse como un nuevo escenario potencial para el romance, y solo el tiempo dirá si esta moda se consolida o se desvanecerá en el olvido.
