El CD Salesianos Puertollano se midió recientemente en un intenso partido contra el equipo local de Chiloeches, un rival que históricamente le ha traído malas experiencias. A pesar de arrancar el encuentro con un impresionante marcador de 0-3 a su favor, el equipo no logró mantener la ventaja, pasando por un dramático giro que finalizó en un empate 4-4. Este desenlace se vio influenciado por la expulsión de Laura Latorre, una de las jugadoras más importantes del equipo, lo que dificultó aún más sus opciones de cambiar el rumbo del partido. La sorpresiva pérdida de puntos resonó en el vestuario, ya que el planteamiento defensivo y ofensivo en la primera mitad había sido sobresaliente.
La situación de Salesianos Puertollano se complicó aún más debido a un altercado que involucró a Latorre en las gradas tras su expulsión. Aunque el incidente generó alarma sobre la posibilidad de sanciones severas, la suerte estuvo de su lado y la jugadora solo recibió una suspensión de un partido. Sin embargo, el equipo no logró aprovechar otros resultados favorables en la jornada, lo que consolidó su posición en el octavo lugar de la tabla y resaltó una oportunidad perdida para mejorar su clasificación.
Mirando hacia el futuro, el CD Salesianos tiene ante sí un camino lleno de retos, destacando un crucial enfrentamiento contra el Rivas, un equipo que llega en un estado de forma óptimo tras haber ganado cuatro de sus últimos cinco partidos. Este encuentro no solo representa una ocasión para que Salesianos Puertollano recupere la senda de la victoria, sino que también ofrece la posibilidad de escalar puestos en la clasificación. Además, el choque tiene un componente emocional adicional, ya que se enfrentarán a un equipo dirigido por un exjugador del Puertollano FS. El pabellón Santiago Cañizares de Puertollano se prepara para acoger este duelo decisivo, donde se pondrán en juego no solo tres puntos, sino también la moral y la determinación del equipo local.