En el ámbito de la jardinería, los árboles frutales son a menudo una elección seductora para quienes desean embellecer sus exteriores y cosechar frutos frescos. Sin embargo, no todas las variedades son aptas para un jardín, y algunas pueden convertirse en auténticas fuentes de problemas. Aquí se presentan seis tipos de árboles frutales que, aunque tentadores, pueden causar más complicaciones de las esperadas, junto con consejos sobre qué hacer si ya los tienes plantados.
El membrillo es uno de los primeros en ser mencionado. A pesar de que su fruto es exquisito, el membrillo tiene un crecimiento agresivo que puede invadir el espacio de otras plantas. Además, es proclive a diversas enfermedades que podrían poner en riesgo la salud de las especies cercanas. Para aquellos que ya poseen un membrillo, se sugiere mantenerlo podado y a distancia de plantas más delicadas.
Por su parte, el naranjo, conocido por su perfume embriagador y sus frutos, atrae plagas como los pulgones y las cochinillas, lo que representa un verdadero desafío. Para quienes ya tienen un naranjo, se recomienda un monitoreo constante y el uso de insecticidas orgánicos cuando sea necesario.
El ciruelo, por otro lado, puede ser problemático debido a su producción excesiva, que puede resultar en la caída de frutos e incluso en la rotura de ramas. También es susceptible a la pudrición. Para quienes cultivan ciruelos, realizar cosechas controladas y aplicar tratamientos especializados contra plagas es crucial.
El aguacate, aunque muy popular, tiene raíces invasivas que pueden dañar la infraestructura del hogar y otras plantas. Si ya hay un aguacate en el jardín, es importante mantenerlo alejado de estructuras y prever un programa de riego adecuado para proteger su sistema radicular.
El durazno no se queda atrás con su tendencia a atraer plagas y enfermedades foliares. Para quienes tienen un duraznero, se aconsejan la poda cuidadosa y el uso de fungicidas durante la floración para evitar problemas sanitarios.
Finalmente, el manzano, a pesar de ser ampliamente valorado, puede ser susceptible a numerosas plagas y enfermedades que comprometen la calidad de la cosecha. En caso de tener un manzano, realizar tratamientos preventivos y asegurar una buena circulación de aire entre sus ramas es esencial.
En conclusión, aunque la perspectiva de cultivar árboles frutales es atractiva, es vital estar informado sobre las posibles complicaciones que pueden surgir. Si en tu jardín ya hay alguno de estos problemáticos árboles frutales, no te alarmes: con los cuidados y atención adecuados, es posible mitigar los inconvenientes y, con un poco de suerte, disfrutar de los frutos de tus esfuerzos.

