En un emocionante encuentro, el equipo de Socuéllamos y el Calvo Sotelo se disputaron el pase a la final de la Copa Diputación en un partido que estuvo marcado por la tensión y la expectativa de los aficionados. Este evento deportivo, muy esperado por los seguidores de ambos clubes, prometía ser no solo un choque en el campo, sino también una batalla entre las aficiones que desbordaban entusiasmo.
Con el objetivo de alcanzar la final bien claro, los protagonistas saltaron al terreno de juego con la firme determinación de conseguir un resultado favorable que los acercara un paso más a la conquista del ansiado trofeo. La rivalidad histórica entre ambos equipos dotaba al encuentro de una intensidad especial, cada jugada y cada instante del partido se vivía con fervor en las gradas.
Mientras tanto, en el Nuevo Campo de Villarrubia de los Ojos, la otra semifinal también captaba la atención de los aficionados, donde Villarrubia se enfrentaba al Manchego. Programado para las 21:00 horas, este duelo igualmente generó grandes expectativas, dado que el compañero del vencedor se mediría al triunfador del choque entre Socuéllamos y Calvo Sotelo. La atmósfera de competición se sentía palpable, y los hinchas aguardaban con ansias el desenlace de estos apasionantes partidos.
Más allá del fervor competitivo, la Copa Diputación se erige como un escenario propicio para fortalecer lazos entre las comunidades, promoviendo valores imprescindibles como el respeto, la deportividad y la sana rivalidad entre equipos y aficionados. El torneo ha evolucionado hasta convertirse en un símbolo no solo de la competencia futbolística a nivel regional, sino también de unión y orgullo entre los participantes y sus seguidores.
Sin lugar a dudas, estos encuentros se grabarán en la memoria de los aficionados por la emoción que desataron y por la pasión que el fútbol despierta en cada uno de ellos. La Copa Diputación sigue siendo un evento que transforma simples partidos en grandes celebraciones del deporte.