En un momento de creciente polarización política, el portavoz del Partido Popular (PP) en el Congreso, Miguel Tellado, ha defendido a Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, al que ha descrito como el «presidente de la reconstrucción». Durante una rueda de prensa en León, Tellado no escatimó en críticas hacia el Gobierno actual, acusándolo de llevar a cabo una política «de la más cutre y baja», especialmente en su gestión de las devastadoras consecuencias de la dana en la Comunidad Valenciana.
La tención en el escenario político se ha intensificado tras el anuncio de Diana Morant, secretaria general del PSPV-PSOE, sobre su intención de reunirse con Joan Baldoví, líder de Compromís, para discutir la posibilidad de una moción de censura contra Mazón. No obstante, Morant admitió que, en este momento, no cuentan con los apoyos necesarios para llevarla a cabo, lo que la convierte en una acción más «simbólica» que efectiva.
Tellado también utilizó su cuenta en Twitter para expresar su visión de un gobierno que está, según él, «acorralado por la corrupción». Esta crítica se amplía hacia la gestión gubernamental en relación con tragedias naturales y su efecto en la política local. Reiterando su respaldo a la labor de Mazón, que se centra en la reconstrucción de Valencia tras las recientes riadas, Tellado subrayó la falta de previsión y acción por parte del Ministerio de Transición Ecológica y la Confederación Hidrográfica del Júcar, a quienes responsabiliza directamente de la gestión preventiva ante fenómenos meteorológicos como la dana.
En contraste con la estrategia del Gobierno, a la que Tellado reprocha su inclinación hacia políticas independentistas catalanas y su escasa efectividad, el PP ha propuesto un «Plan Valencia». Este plan tiene como prioridad la reconstrucción de infraestructuras dañadas y la implementación de medidas definitivas para mitigar futuros desastres. Entre estas medidas, Tellado destacó la urgencia de abordar el problema del Barranco del Pollo, un área que, según él, debe ser adecuadamente intervenida para prevenir nuevas riadas mortales.
A través de este movimiento político, el PP busca ganar apoyo popular mediante la solidaridad y el compromiso con la Comunidad Valenciana, insistiendo en que el Gobierno actual no ha estado a la altura de las circunstancias tras la tragedia. Este llamado a la unidad y al apoyo transversal para abordar las deudas pendientes de Valencia se presenta como una crítica a la gestión actual, así como una propuesta conciliadora que apunta a anteponer las necesidades de los ciudadanos a las luchas políticas. La situación en Valencia, por ende, se erige como un reflejo de las tensiones y desafíos políticos en el ámbito nacional, con posibles implicaciones que podrían redefinir las alianzas y estrategias de los diversos partidos en el futuro cercano.
