Esta semana se está llevando a cabo un juicio en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete, donde varios agentes de Policía han testificado sobre el crimen ocurrido en Las Seiscientas. El investigador principal del caso ha ratificado la culpabilidad del acusado, apoyando su declaración en diversas pruebas y conclusiones obtenidas durante la investigación.
El jefe del grupo de la Policía Judicial de Albacete hizo hincapié en que se investigó a ambas familias implicadas de manera equitativa. Según su testimonio, la familia del acusado ofreció un relato «poco coherente e ilógico», mientras que la otra familia mostró una versión «siempre consistente», visiblemente afectada por los eventos trágicos. El agente destacó el comportamiento peculiar del acusado, quien fue hallado en su barrio a medianoche, con una vestimenta diferente y aparentemente recién duchado. El acusado explicó que no había informado sobre el incidente debido a la falta de saldo en su teléfono móvil y que se había sentido mareado.
Durante su declaración, el agente señaló que el acusado admitió haber llevado un arma de fuego a la pelea, aunque alegó que la perdió tras ser golpeado en la cabeza por uno de los hermanos de la familia rival. Esta afirmación fue considerada «totalmente incoherente» por el testigo que, además, indicó que los análisis no mostraron restos de pólvora en la supuesta persona que le quitó el arma, mientras que sí se encontraron en los pantalones del acusado, que también contenían sangre de una de las víctimas.
El testimonio del jefe investigador también resaltó las conversaciones interceptadas que corroboran la versión de la familia víctima, apuntando a la culpabilidad del acusado y su entorno. Se destacó que las declaraciones de la esposa del procesado fueron «sumamente reveladoras», ya que ella afirmó haber visto la pistola y se evidenció que estaba siendo instruida por un familiar para modificar su relato. Desde prisión, el acusado incluso se disculpó con su esposa por «haber perdido la cabeza» durante la pelea, algo que el agente interpretó como un indicio más de su culpabilidad.
Por su parte, el abogado defensor cuestionó la investigación, señalando la ausencia de armas blancas, a pesar de que una de las víctimas presentaba heridas de este tipo.
El juicio, que comenzó el pasado viernes con la selección de un jurado popular, se centra en un vecino de Albacete acusado de asesinar a dos personas, entre ellas su propio hermano, e intentar matar a una tercera durante una pelea en el barrio de la Estrella en junio de 2023. La Fiscalía solicita 15 años de prisión por homicidio, 25 años por asesinato, siete años más por tentativa de homicidio y tres años adicionales por tenencia ilegal de armas. Además, se pide que se le prohíba residir en Albacete durante 30 años y que se establezcan diversas indemnizaciones para los familiares de las víctimas.
El proceso judicial continuará este martes en la Audiencia Provincial de Albacete.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
