En un trágico desenlace, el abuelo del árbitro de balonmano agredido en Sanxenxo ha fallecido después de más de dos meses hospitalizado, lo que ha dejado a la comunidad deportiva en estado de conmoción. La agresión que desencadenó esta dolorosa situación ocurrió cuando un padre de una jugadora empujó al árbitro durante un encuentro, causándole una caída severa que impactó gravemente en la salud del abuelo del oficial.
Desde aquel fatídico día, la familia ha vivido una profunda angustia, llena de esperanzas sobre una posible recuperación que nunca llegó. A pesar de los esfuerzos médicos y el tratamiento intensivo, las lesiones críticas sufridas por el abuelo resultaron insuperables, culminando en una tragedia que ha resonado en el corazón de muchos.
La noticia de su fallecimiento ha generado un sentido de solidaridad en torno a la familia y ha encendido un debate urgente sobre la violencia en el deporte. Este lamentable suceso se ha convertido en un llamado a la reflexión, no solo sobre el respeto y comportamiento en los eventos deportivos, sino también sobre la necesaria protección de quienes participan en ellos, ya sean jugadores, árbitros o espectadores.
El mundo del balonmano, así como el ámbito deportivo en general, se encuentra de luto, con un clamor colectivo que exige medidas más estrictas para garantizar la seguridad de los participantes en eventos deportivos. La comunidad deportiva aboga por acciones concretas que prevengan que tragedias como esta se repitan, impulsando un cambio que priorice el respeto y la integridad en las competiciones.
