La isla de Ibiza se encuentra en estado de conmoción tras el trágico fallecimiento de Pere Palau, quien fue expresidente del Consell de Ibiza. El accidente ocurrió este martes en el puerto de Sant Antoni, donde el vehículo de Palau cayó al mar desde el aparcamiento del Club Náutico. El coche volcó y quedó sumergido, dificultando severamente las labores de rescate.
El alcalde de la Villa de Portmany, Marcos Serra, fue el encargado de confirmar la fatal noticia. A pesar de los esfuerzos de los servicios de emergencia, que intentaron reanimar a Palau durante más de 40 minutos, no lograron salvar su vida. Serra describió este momento como «muy difícil» y destacó que Palau era una figura «muy querida» tanto en Sant Antoni como en toda la isla. «Han intentado sacarlo durante varios minutos, pero pasó mucho tiempo entre la caída y el rescate. Los médicos hicieron todo lo posible, pero fue imposible», comentó el alcalde.
Las circunstancias exactas del accidente aún están bajo investigación, y se espera que las grabaciones de seguridad del aparcamiento arrojen más luz sobre lo sucedido. Según las primeras indagaciones, parece que el vehículo se precipitó al agua, complicando el acceso para el rescate y retrasando la atención médica que pudo haber hecho la diferencia.
La pérdida de Pere Palau ha generado una ola de reacciones en el ámbito político y social. El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí (PP), manifestó su profunda conmoción: «Estoy sin palabras ante la inesperada muerte de Pere Palau». Lo recordó como una persona siempre dispuesta a ayudar, amable y con un consejo en el momento justo.
Por su parte, el Partido Popular de Baleares también se unió al duelo, rindiendo homenaje a la dilatada trayectoria pública de Palau, quien tuvo un papel activo en la política de la isla como presidente del Consell entre 2003 y 2007, así como concejal en Sant Antoni, diputado autonómico y vicepresidente del Parlament. En honor a su memoria, el pleno balear detuvo su sesión durante un minuto de silencio.
Pere Palau fue una figura clave en la política ibicenca durante varias décadas, dejando un vacío difícil de llenar. Su legado de servicio público y cercanía con los ciudadanos permanecerá en la memoria colectiva de la isla, que hoy llora la pérdida de uno de sus líderes más apreciados. Las autoridades siguen investigando las causas del accidente, mientras la comunidad continúa velando por su querido expresidente.